-Esta semana tuvimos temperaturas extremas-dijo el Maestro-. Con diferencia de 15 o 16 horas hubo una diferencia de temperatura de 30 grados. Cuando se da una amplitud térmica tan grande hay que tomar precauciones. Hay que tomar agua y si es posible, con un poco de sal, para recuperar un poco de los minerales que se pierden con la transpiración.

-El clima está muy variable acá y en todo el mundo. Durante el invierno pasado yo les dije que nos esperaba un verano extremadamente caluroso. Todo esto se debe al deterioro de la Naturaleza provocado por la actividad humana. Cada uno de nosotros debe cuidarse a sí mismo y también enseñar a sus parientes y amigos qué precauciones tomar en estos días. Cuidarse solamente a sí mismo no sirve; hay que cuidar a toda la gente, a todos los seres vivos de este planeta. Al vivir en este mundo somos responsables.

-Por eso siempre digo que nuestra práctica está muy relacionada con la Naturaleza. Nuestros ejercicios son muy naturales, sin embargo veo que a mucha gente le cuesta hacer las cosas naturalmente. Hacen todo por separado porque están acostumbrados a hacerlo de esa manera, pero esa es una mala costumbre. Al estar mal acostumbrados, nos cuesta observar bien y comprender la Naturaleza. Si uno logra unir e integrar todo internamente, luego podrá ver la unidad que existe en el mundo natural exterior.

-El domingo pasado fui con Pablo y Sofía a un centro comercial muy grande de Pilar. Al entrar pude ver que el techo era de un material que dejaba entrar la luz del sol y todo estaba muy iluminado. Sin embargo, frente a nosotros había una gran palmera que parecía estar muerta o era artificial. Entonces dije: “no entiendo por qué, habiendo tanta luz natural, tienen plantas artificiales, como esa palmera”. Pablo me decía que no, que la palmera era de verdad. Para aclarar la cuestión nos acercamos y Pablo empujó un poco el tronco y vio que se movía fácilmente, es decir, que no tenía raíces que le dieran firmeza. Al estar cerca, también pudimos ver que las hojas estaban unidas al tronco por precintos.

-Fuimos a preguntar a la gente del centro comercial y nos explicaron que esa palmera estaba antes de que construyeran el complejo. La sacaron al empezar la obra y luego, al terminarla, volvieron a plantarla, pero evidentemente no sobrevivió.
-Al ver la palmera inmediatamente me di cuenta que no estaba viva. Cuando uno practica con total concentración, adquiere gran sensibilidad y se da cuenta de las cosas que otros no perciben. Nuestra práctica nos permite desarrollar una sensibilidad que excede el terreno de las artes marciales. Al poner nuestra atención en los detalles pequeños vamos desarrollando y fortaleciendo esa sensibilidad. Cuando no prestamos atención a los detalles pequeños hacemos las cosas de cualquier manera, vemos pasar la vida sin darnos cuenta de nada. ¿Cómo hacemos la forma? ¿Bien o más o menos bien? No podemos aceptar hacer las cosas “más o menos”. Tenemos que hacerlas bien.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 25 de enero de 2014.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.