Hablan los alumnos_02

Dic 26th, 2015 | By | Category: Charlas con el Maestro, Testimonios

Dijo Davide:

-Antes de conocer al Maestro ya practicaba taichi chuan en otra escuela, estilo Yang. Lo conocí al Maestro a través de su curso de acupuntura. Ahí, poco a poco lo fui conociendo, viendo cómo se manejaba y qué enseñanzas transmitía.

-Al verlo tan íntegro y vital, me dieron ganas de aprender más de él y así empecé a practicar shi sue kong. Entre muchas otras cosas, este aprendizaje me mostró que la fuerza más importante no es la que se puede ejercer sobre otras personas, sino la fuerza que se ejerce sobre uno mismo. Y esto es la capacidad de luchar pero en un sentido no marcial, sino más bien existencial o espiritual.

-Poco después empecé a estudiar chi kong y luego comencé a estudiar taichi chuan en este grupo. El Maestro siempre habla de que los movimientos tienen que ser naturales, cómodos. Parece sencillo, pero no lo es. Uno arrastra muchas rigideces de todo tipo y estas se plasman en la forma. Ir perfeccionando los movimientos requiere un esfuerzo sostenido en esa dirección, hasta en este momento pienso que es un estilo de vida. Cuando uno se enoja o se pone nervioso o está muy alegre, se tensa y esto no favorece a la práctica. Cada paso que doy en este camino, que es una forma de vida, noto que tengo más paz, más tranquilidad, felicidad y serenidad, entre otras cosas positivas. Sin embargo, como dice el Maestro, cuando uno quiere subir el nivel hay que hacer mucho esfuerzo, bajar es fácil. Por eso, creo que es necesaria esa fuerza hacia adentro que conocí practicando shi sue kong, aunque se pueda desarrollar de otras formas.
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Dijo María.

-Cuando yo empecé hace muchos años, el Maestro casi no hablaba castellano. Hacíamos lo que él hacía, sin entender demasiado y repetíamos sus movimientos a la espera de que se produzca algo dentro de nosotros. Hacíamos un mismo movimiento dos o cuatro meses hasta que nos salía perfecto.

-Al principio creíamos que por venir de una cultura muy diferente a la nuestra, el Maestro no nos entendía. A medida que íbamos aprendiendo los movimientos y practicando con frecuencia, fuimos cambiando algunas cosas de nuestra vida cotidiana, ciertas costumbres de todos los días. Ahí fuimos comprendiendo que la práctica nos lleva a forjar nuestra voluntad, a esforzarnos por conseguir lo que queremos.

-Aprendimos también que, si bien cada movimiento tiene su ángulo y su manera precisa de ejecución, cada uno tiene su forma de expresarlo en la medida que puede, con sus fortalezas y sus debilidades.

-Hemos aprendido muchas cosas valiosas del Maestro, de su sabiduría y también de su ejemplo.

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Resumen de las palabras de los alumnos del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 26 de diciembre de 2015. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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