-Hoy quisiera hablar sobre el sentido de nuestra práctica –dijo el Maestro-. El principal objetivo de nuestra práctica es conocerse a uno mismo. Pero antes de seguir hablando quisiera que Daniel Fresno les cuente la historia de un video que vimos hace poco.

-Se trata de un video que muestra a un maestro japonés de artes marciales –dije yo-. Tal vez algunos de ustedes ya lo conocen. Este maestro suele hacer exhibiciones en las que sus alumnos intentan atacarlo sin éxito, porque rebotan antes de tocarlo. Claramente se trata de una puesta en escena que sólo es posible con la complicidad de los alumnos, que caen al suelo al entrar en contacto con el supuesto escudo protector invisible que rodea al maestro y que lo protege de las agresiones.

https://www.youtube.com/watch?v=wQJbjX73lC0

No conforme con difundir los videos, este maestro, que es un hombre mayor, buscó hacerse más famoso ofreciendo cinco mil dólares a quien se animara a enfrentarlo. Se presentó un desafiante y el encuentro también fue registrado en video. El retador era mucho más joven y no estaba dispuesto a sostener la farsa y terminó la pelea en unos pocos segundos con dos o tres puños a la cara. Esta vez el escudo protector invisible no funcionó.

-Yo siempre les digo que practiquen sin preocuparse por averiguar cuál es su nivel –dijo el Maestro-. Hay que pensar que no existe límite para el progreso en la práctica. No hay techo; siempre se puede llegar más alto. Cuando uno piensa en cuál es su nivel, empieza a desear probarse con otros. Si llega a ganar, lo más probable es que aumente su soberbia y eso no es bueno. Si llega a perder puede deprimirse o sentir vergüenza o querer abandonar la práctica. También puede que desarrolle algún tipo de resentimiento contra aquellos que le ganaron. Nada de esto es bueno. .

-En todas partes hay gente que hace exhibiciones como las del video en cuestión. Profesores que derriban a sus alumnos sin tocarlos. Eso no es real; es una actuación del profesor y de los alumnos con fines de propaganda. Por eso es importante no dejarse llevar por las apariencias o la propaganda y tratar de conocer bien al profesor y a la escuela donde uno va a estudiar. Una vez se acercó a la plaza un señor y me preguntó qué cinturón era yo. Le respondí que no tenía cinturón y que él podía asignarme un nivel alto o uno bajo, que no importaba porque yo sé cuál es mi nivel. De la misma manera, en nuestra escuela los alumnos no tienen cinturón. ¿Y cómo sabe usted el nivel de cada alumno?, preguntó alguien una vez. Pues yo estoy tomando examen todos los días; yo sé cuál es el nivel de cada alumno mío.

-Antes de estudiar con el Maestro Wang, yo estudié karate-do shorin ryu. Empecé con mucho entusiasmo y a los tres meses dejé de sentir interés en la práctica. No tenía ganas de hacer la formas ni de ir a clase, no entendía qué me pasaba, pero me puse firme y seguí yendo a clase. Luché contra el desánimo durante un mes y pasado ese lapso mi situación cambió totalmente; empecé a progresar de manera notable. Muchas veces a la gente le pasa eso con su estado de ánimo. Aparece una sensación de desinterés o desgano que, si uno permite que se instale, puede terminar convirtiéndose en una profunda depresión. Cuando aparece en la mente esa energía negativa que nos tira para abajo hay que actuar de inmediato y luchar para no caer en el pozo. Nuestra filosofía como escuela es practicar todos los días, sin importar el clima. Excepto en Navidad y Año Nuevo, practicamos todos los feriados.

-Volviendo al video del comienzo. Nosotros no creemos en los desafíos ni en los torneos. Pensamos que la lucha más importante es contra uno mismo. No practicamos para vencer a otros ni para ser vencidos por otros. Practicamos para conocernos a nosotros mismos y tratar de ser mejores cada día. Practicamos para vivir tranquilos, con paz interior y alegría una vida llena de sentido. Para llegar en paz y sin miedo al último día.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 25 de febrero de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.