-El otro día se acercó a mi consultorio un muchacho –dijo el Maestro-, que tenía serias dudas sobre cómo resolver un asunto muy personal y que lo tenía muy preocupado. Le dije que lea “Bajo el árbol” y a los pocos días me llamó para contarme que en el libro encontró  la respuesta que estaba buscando.

-Yo tengo una duda sobre algo que leí en el libro –dijo una alumna-. Usted dice que la vida no es para disfrutar sino para practicar. ¿Acaso no se puede practicar y disfrutar de la práctica?

-Esa es una muy buena pregunta. La idea del disfrute que predomina en la sociedad está relacionada con el consumo y lo material. Es un disfrute momentáneo, que se agota al poco tiempo y que al terminar deja una sensación de vacío. La práctica en cambio, tiene que ver con el trabajo disciplinado, paciente y concentrado. Uno practica y al principio siente que las cosas cuestan y que hace falta poner mucha atención para que las cosas salgan bien y el cuerpo se cansa y a veces también duele. Sin embargo, si uno persiste en la buena práctica, con el tiempo empieza a descubrir sus beneficios y aparece el disfrute. Pero éste es un disfrute de verdad, que deja una ganancia que no se pierde. El cuerpo está cada vez más fuerte, flexible, saludable e integrado. Volviendo a su pregunta, sí, se puede disfrutar de la práctica y éste es el auténtico disfrute. El otro, es un disfrute que no deja nada.

-Yo también quiero contar algo sobre el libro –dijo Federico-. Hace dos semanas una amiga me contó que a su abuela le habían diagnosticado una enfermedad muy grave. Mi amiga estaba tan angustiada por esto que se puso a llorar. Al llegar a casa tomé “Bajo el árbol”, elegí una de las charlas y llamé a mi amiga por teléfono. Ella no estaba, pero dejé como mensaje lo que había leído sobre los Cuatro Grandes Sufrimientos. Decía el libro que todos los humanos sufrimos el nacimiento, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, que son los cuatro grandes sufrimientos y que nadie puede escapar a ellos. La persona sabia comprende esto de otra manera y eso le permite atravesar las situaciones de dolor de mejor manera. La respuesta de mi amiga fue muy positiva. Cuento esto para mostrar que el libro puede ayudar a otras personas que están pasando por un mal momento.

-También recuerdo otra charla que hay en el libro –dijo una alumna-. La de la chica que se pone a cultivar orquídeas luego de que los médicos le dicen que tiene pocos meses de vida.

-Esa es una historia real –dijo el Maestro-. Ocurrió en Taiwán hace algunos años. A la joven le diagnostican un cáncer muy agresivo y el padre le compra un libro sobre cultivo de orquídeas y todos los elementos necesarios para empezar a cultivar. Le dice a su hija que no piense en la enfermedad y que se concentre en el cultivo de las plantas. El tiempo pasa, las orquídeas crecen, la joven comercializa las plantas y gana mucha plata y, a los dos años, se hace un estudio médico que revela que ya no hay cáncer. Esa transformación fue posible por dos motivos. La mente de la joven dejó de enfocarse en la enfermedad y empezó a ocuparse de asuntos vitales y creativos; empezó a generar amor, en este caso hacia las orquídeas que cuidaba. Por otro lado, el contacto con las plantas es muy bueno para la salud. Así como las plantas absorben el dióxido de carbono, que para nosotros es tóxico, también son capaces de absorber la enfermedad de una persona. Por eso siempre digo que es muy importante el conectarse con la Naturaleza.

-Yo hace mucho que estoy tratando de hacer crecer la planta de la palmera –dijo Hernán-. Hice muchos intentos que fracasaron. Entonces le pregunté la Maestro y él me dijo que no entierre por completo la semilla; que la deje apenas cubierta por la tierra, como queda al caer del árbol. Lo hice y ahora está brotando.

-Por eso es importante observar la Naturaleza y aprender de ella. Muchas semillas crecen de esa manera, apenas enterradas. El maní en cambio debe ser bien cubierto y hay que apretar bien la tierra. La Naturaleza quiere que los humanos aprendamos, por eso ofrece tantas variantes. Nuestra tarea es investigar, experimentar, hacer, de esta manera aprendemos cada día más.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 10 de junio de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.