-¿Quién está conforme con su vida? –preguntó el Maestro y varios levantamos la mano-. Quien está conforme con su vida, no se queja, porque entiende la vida y conoce su misión. Quién no está conforme, siempre está pidiendo y, aunque obtenga lo que pide, siempre sentirá que no alcanza. En la mente de estas personas la codicia no tiene límite.

-La codicia del que quiere aprender es buena, pero también debe tener límite. Hay que tener paciencia durante el aprendizaje para poder avanzar de manera segura siguiendo un orden adecuado. Cuando la codicia de aprender no tiene límite la persona empieza a estudiar muchas cosas y no avanza en ninguna y no llega a profundizar ni a comprender la esencia de ningún arte.

-Por eso insistimos tanto en la importancia de aprender a fondo una sola cosa hasta comprender su esencia. Eso luego permite comprender las demás cosas fácilmente. Si entendemos bien la primera parte de la forma, el resto será más fácil de aprender. Es como el I Ching. Si el estudiante comprende a fondo los ocho trigramas, es fácil entender todo el I Ching.

-No es lo mismo ayudar de manera individual que hacerlo en grupo. El grupo es más fuerte y tiene una energía más positiva. Si una persona es violenta puede lastimar a alguien que está solo, pero si está en grupo, el violento no va hacer nada. Si una persona ayuda de manera individual puede llegar a caer en la soberbia. En cambio, cuando es un grupo el que ayuda, es más difícil caer en la soberbia.

-Cuando uno recién empieza la práctica no se notan grandes avances. Cuando el tiempo de práctica aumenta, la persona empieza a registrar grandes cambios entre el presente y la época en que empezó. Si uno practica con disciplina, paciencia y concentración, es inevitable avanzar. Pero la paciencia es fundamental. Es como al subir una escalera de muchos escalones; conviene estar atento al escalón en el que estamos, no andar mirando todo lo que falta. Porque andar preguntándose “¿cuánto falta para llegar?” es agotador y no ayuda a aprender ni a llegar a la meta. Lo mejor es enfocarse en el escalón que estamos pisando.

-Yo tuve muchas dificultades para aprender ciertos movimientos –dijo María-. Y pude avanzar cuando logré desestructurar algunas cosas en mi mente.

-A veces el practicante experimenta dificultades en la práctica. Insiste pero pareciera que no hay progreso. A pesar que el avance no es visible, todo ese trabajo disciplinado, paciente y concentrado queda guardado para la siguiente encarnación, no se pierde.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 16 de febrero de 2019. Se prohibe su reproducción sin autorización del autor.