-Hoy les pedí que me graben haciendo la primera parte de la forma –dijo el Maestro-. Lo hice por algo que ocurrió durante la clase particular de Soledad el jueves pasado. Había varios detalles que corregir y no sabía cómo hacerle notar la diferencia entre sus movimientos y los movimientos correctos. Entonces, le pedí su celular y la grabé mientras hacía la forma. Luego le pedí que ella me grabe a mí haciendo los mismos movimientos para que luego comparara ambos videos. Eso le sirvió para darse cuenta de lo que estaba haciendo y corregirlo. Siempre estoy pensando en cómo hacer para que ustedes aprendan bien y mejor.

-Por eso grabé la primera parte de la forma, bien despacio, para que puedan ver cada detalle del movimiento cuando practican en su casa. A veces uno cree que está haciendo bien la forma y no tiene al Maestro cerca para corregir. Mírenlo bien y traten de hacerlo igual. Pero mantengan el video dentro del espacio de la Escuela;  no es para que se conozca afuera. Esto es para preservar el valor de nuestro estilo para ustedes.

-Siempre les digo que nuestra práctica no apunta únicamente al aspecto marcial, sino también al cultivo espiritual. El mundo está cada vez peor y es necesario más que nunca mantener el espíritu alto en medio de tanta oscuridad. El mundo no se va a terminar, pero sí va a dejar de existir mucha gente. Si actuamos bien y somos buenas personas, luego, en la siguiente encarnación tendremos una vida mejor. Si actuamos mal, tendremos otro destino. Hay un camino que nos lleva a una vida mejor y otro que nos lleva a una vida peor. Cada uno elige qué camino tomar.

-En el año 2000 viajamos con Daniel Fresno a Uruguay para dar una charla sobre cómo conocerse a uno mismo. No es fácil conocerse. La mayoría del tiempo estamos como a ciegas yendo de un lado a otro sin encontrar salida, como la mosca que está atrapada en una habitación y choca contra paredes, puertas y ventanas intentando salir. Tiene los ojos abiertos, pero  no ve. La única manera de encontrar la salida y conocerse a uno mismo es a través de la práctica.

-Los humanos somos parte de la Naturaleza. Somos los más evolucionados y nuestra responsabilidad es enorme, porque nuestras acciones pueden hacer que el mundo mejore o que empeore. Los animales no pueden hacer eso. Cada uno de ustedes debe elegir qué camino quiere tomar, el que lleva a un futuro mejor o el que lleva a un futuro peor. Uno puede elegir.

-Pero uno no sabe –dijo una alumna.

-Exacto. Por eso hay que practicar y aprender.

-Uno no sabe para dónde ir …-insistió la alumna.

-Hay que escuchar. Les voy a contar una experiencia de la Fundación Tzu Chi en una localidad de EEUU. Había una comunidad afroamericana muy golpeada por la pobreza y el desempleo. La Fundación, sabiendo que a la gente de color le cuesta conseguir trabajo, ofreció una beca de mil dólares para quien quisiera estudiar enfermería. Muchos afroamericanos hicieron el curso y aprendieron un oficio y consiguieron trabajo y también ayudaron como enfermeros a la Fundación. Todas estas personas eligieron uno de los dos caminos. La Fundación brindó ayuda y recibió ayuda de vuelta.

-Cuando practicamos taichi chuan lo hacemos bien lento y concentrados. Al movernos lentamente y con la mente enfocada en cada detalle del movimiento nos vamos conectando con nuestra alma, con nuestro lugar de pureza interior. De esta manera, va creciendo el amor y la misericordia en el practicante.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 13 de julio de 2019. Se prohibe su reproducción sin autorización del autor.