Recuerdos del viaje a San Pedro 7
Ago 9th, 2009 | By Editor | Category: TestimoniosViernes
Salimos temprano desde el consultorio del maestro en Belgrano. Cada uno subió a alguno de los autos que amablemente ofrecieron los compañeros que lo tenÃan disponible para el viaje. El camino hacia San Pedro fue muy lindo y tranquilo. El cielo despejado ayudo mucho.
Llegamos a nuestro primer destino: La Campiña. Allà disfrutamos de una charla y exposición referidas a las actividades que se realizan en el lugar. Aprendimos sobre el proceso de cultivo y cosecha de naranjas y otras frutas. Asà como algo de la logÃstica y comercialización posterior. Supe cuan importante es el aporte de esta empresa al pueblo de San Pedro y cuan agradecida esta su gente. Pude observar y sentir que los empleados que allà trabajan están orgullosos de su tarea. Y entendà la importancia del buen clima en el trabajo para que una empresa salga adelante y prospere.
Luego de la visita a las instalaciones nos ubicamos en un lindo lugar en el parque (ya que allà mismo se puede pasar el dÃa) y nos dispusimos a comer la vianda que habÃamos llevado y compartir una charla con el maestro. El llevo una olla grande de arroz que tenÃa un tamaño mayor que el de una vianda, lo que nos hizo pensar que la trajo pensando en compartirlos con todos. Estaba riquÃsimo.
Durante la charla habló de varias cosas y dio algunas recetas caseras para afecciones comunes:
Tos: sacar el ombligo a una mandarina, ponerle sal allà mismo. Envolver en papel aluminio y llevar al horno 15’. Luego comer.
Gripe: hervir hojas de nÃspero y mandarinas durante 30’. Dejar descansar y tomar.
Luego nos dio algunas indicaciones sobre cómo meditar y contestó preguntas al respecto.
Una vez que hicimos la digestión hicimos tai chi. Algunos nos descalzamos, y realmente la experiencia de sentir la tierra mientras se hace la práctica es muy relajante, y a mà me permitió concentrarme más.
Luego recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a los autos para ir a las cabañas que quedaban  frente al rÃo en plena ciudad de San Pedro.
Al llegar entramos a las cabañas previamente asignadas y organizamos un poco el interior de cada una conociendo y coordinando las costumbres y opiniones de cada integrante. Fue muy fácil y natural ponernos de acuerdo entre mis compañeras.
Más tarde  fuimos a las barrancas y el maestro nos animó a subir por ellas sin utilizar la escalera. Fue muy divertido, porque al principio fue fácil, pero al ir más arriba los mas ágiles tuvieron que ayudar a los menos…Nos reÃmos mucho.
Arriba jugamos a tirar de las puntas de la soga entre las chicas y se rompió. El maestro (precavido) tenÃa otra soga y jugamos de a dos. El que ganaba jugaba contra otro y asà sucesivamente. Pasamos un buen rato y nos divertimos.
Después bajamos y subimos por una escalera. La subida (sin parar) fue cada dos escalones. Algunos llegamos muy cansados y en algún momento no pudimos cumplir lo que siempre nos dice el maestro “respiren sólo por la narizâ€. Yo, por ejemplo, tuve una gran necesidad de inspirar por la boca y no pude resistir porque pensé que me quedarÃa sin aire…Al llegar arriba algunos se lo planteamos al maestro y dijo que debÃamos practicar hasta acostumbrarnos. Asà nos darÃamos cuenta que respirar por nariz es mejor.
Al final del dÃa hicimos compras para la cena en el centro de ciudad y volvimos a cocinar y compartir lo que habÃamos preparado en casa.
Nos fuimos a dormir. Alguna cabaña trasnochó, pero la mayorÃa no aguantó la falta de siesta y quedó rápido en silencio.
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Sábado
Nos levantamos temprano y yo con mi compañeras tomamos un té.
Luego nos dirigimos a la cabaña del maestro y sus discÃpulos, llevando cada uno su manta. Allà nos esperaban con todo preparado para la meditación. HabÃa incienso encendido y eso generaba parte del clima de tranquilidad que luego nos ayudó a meditar. Cada uno se acomodó y el maestro nos explicó cómo hacerlo y contestó lo que le preguntamos. Dijo (entre otras cosas) que era muy importante mantener la respiración suave y por nariz y “no pensarâ€.
Empezamos a meditar recitando un mantra siete veces. Luego sólo respiramos y tratamos de no pensar (cosa que no fue fácil). Asà paso media hora. Antes de terminar recitamos el mantra tres veces más y abrimos los ojos. Me sorprendà del tiempo que habÃa pasado ya que me pareció menos…Antes de empezar, 10 minutos me parecÃan una eternidad.
Con la energÃa y relajación logradas en la meditación desayunamos y compartimos una charla con mis compañeras de cabaña. Asà nos conocimos mejor, ya que durante las clases de cada sábado no tenemos ese tiempo para compartir.
Afuera nos esperaba el maestro para ir a un parque cercano. Nos hizo ir en fila por pares. Salimos del camping bastante bien…pero a los 100 metros se desarmó la fila excepto por los primeros 4 o 6 de adelante.
Llegamos al parque y nos ubicamos en una especie de escenario en donde practicamos tai chi. No sé si serÃa el ambiente o el excelente clima que habÃa entre todos, pero yo me sentà muy concentrada y me fue muy fácil hacer la forma.
Luego el maestro nos hizo trabajar de a dos y vimos como usar el tai chi en la práctica.
Después nos sentamos en el parque y el maestro nos dio una charla sobre varios temas. Entre ellos “la respiración†(que según voy entendiendo es fundamental tanto en la práctica del tai chi como en la vida diaria). Dijo que la respiración tranquiliza y que es lo primero que nos permite olvidar “el yo†(el ego) y llegar al amor que no es egoÃsta y no tiene “yo†(por decirlo de algún modo). La respiración nos tranquiliza, nos energiza y nos permite (poco a poco) llegar al amor.
Habló sobre la importancia de conocer el funcionamiento del cuerpo y su relación con el universo. Explicó que al respirar la energÃa que entra y se queda en nuestro interior, sana nuestras células. Si estamos cansados o con falta de fuerza es por falta de energÃa. Dijo “Uno sale a muchos. Muchos no sale a unoâ€. Es decir, uno debe “dar†primero, para luego recibir. Creo que esto tiene relación con lo que mencionó acerca del cuerpo y el universo.
Retornamos a las cabañas y un compañero preparo comida para casi todos. Comimos en una mesa larga en lugar de las parrillas y compartiendo todo y conversando.
Luego dormimos siesta, que es buena para mantener la energÃa para el resto del dÃa (como dijo el maestro). Los primeros que nos levantamos charlamos unas palabras con el maestro sobre cuestiones religiosas; sobre Buda, Jesús, la iglesia. Fue muy interesante.
Por la tarde fuimos a la Vuelta de Obligado y muy cerquita del rÃo practimos tan lien. Allà también me resultó muy fácil la práctica y me sentà muy concentrada aún entre las risas y bromas de todos. Pasamos un momento muy lindo, divertido y sacamos fotos buenÃsimas.
Al volver preparamos la cena y el maestro nos enseñó algunas recetas vegetarianas mientras las preparaba en vivo. Después nos dio a probar y los no vegetarianos aprendimos cuán rica puede ser una comida con vegetales solos.
Luego vimos una peli pero algunos no resistimos al sueño y desertamos.
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Domingo
Después de despertar temprano fuimos al encuentro del maestro para empezar el dÃa meditando. El respondió algunas preguntas y dijo entre otras cosas, que era importante no pensar nada ni dejar que ninguna imagen invadiera nuestra mente. Esta vez la meditación duró mas que el dÃa anterior y tanto más me sorprendà yo.
Luego de desayunar fuimos al parque público. Antes de salir, el maestro volvió a pedirnos que fuéramos en fila de dos. Pero esta vez los hombres adelante y las mujeres atrás. Una alumna se quejó y todas asentimos con ella. El maestro dijo que mas tarde explicarÃa la razón. Igual que el dÃa anterior la fila de a pares duró muy poco y llegamos hasta muy cerca del rÃo todos “sueltos†o de tres o pares o más.
Nos pusimos frente al sol y empezamos a “tomar†su energÃa. Parados con los brazos a los lados y las manos con palmas hacia delante. Siempre respirando correctamente. Luego caminamos un poco más y volvimos a tomar la energÃa solar pero de espaldas, con los brazos a los lados y las palmas hacia atrás. Estuvimos uno al lado del otro en esa posición varios minutos que fueron muy placenteros y relajantes. Luis tomo unas hermosas fotos de ese momento.
El maestro explicó que era muy bueno tomar sol. Pero no de la forma en que uno acostumbra, sino de espaldas y con un sentido práctico más que estético. La energÃa que nos da el sol nos sirve para sentirnos mejor. Dijo que tomándolo de espaldas, el calor se ubica en la zona lumbar en donde está el lugar en el que se aloja la energÃa en nuestro cuerpo.
Mientras estábamos allà presenciamos la pelea de unos perros. Eran dos contra uno. Los dos tenÃan dueña y el otro parecÃa que no. Todos nos pusimos nerviosos y algunos enojados decidieron intervenir. El momento pasó y continuamos caminando hacia el escenario del parque.
Una vez allÃ, el maestro quiso hablar sobre lo que habÃa ocurrido con los perros. Dijo que no era bueno intervenir entre dos seres. Era posible que esos perros hubieran tenido algún problema entre ellos en otra vida y que no lo habrÃan solucionado. Tal vez este era el momento para solucionarlo o no, pero siempre debÃa ser entre ellos. En un caso asÃ, uno podÃa (con la mente) “pedir†a los perros que no se agredan o lastimen pero nada más. Por bien de uno y de ellos. Ya que si uno interviene puede que en una próxima vida quede en medio de ellos en otra disputa.
Para darnos otro ejemplo contó una historia sobre Buda y dos pueblos que habÃan tenido un altercado.
Luego practicamos tai chi. SentÃ, en esa práctica, que aprendà más de todo lo aprendido en los meses anteriores. Creo que tuvo que ver con la energÃa que habÃa entre todos, en ese momento y en ese lugar. Me sentà muy concentrada y en paz.
Después algunos quisimos comprar “ensaimada†que es una especie de torta tipica de San Pedro.
Al volver a las cabañas, compartimos el almuerzo entre varios compañeros y nos conocimos un poco más. El maestro nos vio y vino con nosotros, y nos contó sobre cómo y por qué habÃa venido a nuestro paÃs. Fue una linda charla y nos sorprendió cuando explico por que se quedaba…
Una vez terminado el almuerzo ordenamos las cabañas, cargamos los autos y volvimos.
Fue una experiencia muy linda y agradezco a nuestro maestro por ofrecernos su tiempo y su sabidurÃa. También agradezco a mis compañeros por los momentos compartidos.
Romina
Hoy tuve la visita de unos amigos, los cuales me hablaron de la existencia del Sr. Chao , el martes pienso pedir un turno. Estuve leyendo los comentarios y me agradaron mucho. Espero que nos veamos pronto. Saludo a ud. atentamente, Gran Maestro
Tengo necesidad de encontrarme con el Sr CHAO.
Estuve leyendo el viaje a San Pedro y me gusto mucho, por eso si se organizara nuevamente, me gustarÃa estar en él. Gracias Maestro Chao por haber venido a la Argentina y compartir sus conocimientos. Sofia