Listo, ya llegué

Nov 19th, 2011 | By | Category: Charlas con el Maestro

El Maestro mostró la aplicación de una técnica de la segunda parte de la forma de taichi chuan; una palanca sobre la articulación del codo. Explicó cómo aplicar la presión y a qué distancia del codo para que la técnica resulte efectiva.

-El secreto de la buena técnica está en los detalles pequeños -dijo el Maestro. -Aplicar la técnica correctamente es lo único que nos puede dar ventaja ante un adversario más fuerte o más pesado. Si dominamos la técnica correcta podremos hacer realidad aquella frase del taichi chuan que dice «utilizar 100 gramos para desviar 100 kilos».

-Muchos grandes maestros alcanzan niveles muy altos en su práctica y se olvidan de los detalles pequeños y eso hace que su arte se termine desvirtuando, porque sus discípulos también olvidan los detalles pequeños y sólo transmiten una version lavada del arte.

-Yo sé que poner énfasis en los detalles pequeños no es una forma fácil de enseñar, tampoco es muy comercial, pero es la mejor manera para aprender con bases sólidas y profundidas.

-El proceso de aprendizaje nunca termina. Creer que uno alcanzó un alto nivel y dejarse estar es un grave error que lleva a una caída posterior. Ustedes habrán descubierto que en la vida es más fácil caer que subir. Para ir hacia abajo no hace falta ningún esfuerzo; basta con dejarse caer. En cambio, para mantenernos donde estamos o para subir más, hace falta esfuerzo. Esa una de las grandes leyes de la vida: para no caer hay que luchar. No tiene sentido la idea de «ya luché bastante; a partir de ahora me voy a dedicar a disfrutar de los beneficios de mi trabajo». Esa una forma de pensar equivocada que lleva inevitablemente a la caída, porque incluso si queremos mantenernos donde estamos necesitamos hacer un esfuerzo. La práctica tiene que ser constante, todos los días.

-Hay un maestro que después de muchos años de dura práctica abandonó su dieta vegetariana y empezó a comer carne como diciendo «ya está; ya llegué al nivel más alto; ya no necesito seguir complicándome la vida». Ese es un razonamiento erróneo. No sabemos cuánta carga karmática traemos de las vidas anteriores. A veces no alcanza una vida entera para pagar esa deuda, por eso el argumento de «ya no necesito esforzarme más» es una forma de auto-engaño.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 19 de noviembre de 2011

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