Hace unos días llamó el Maestro desde Taiwan. Quería saber cómo andaba todo y dejar un mensaje para todos los alumnos a propósito del año nuevo.

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-Cuando llega y el fin de año es buen momento para hacer un poco de introspección. Mirar hacia atrás y hacer un balance de lo ocurrido en el año. Si hubo cosas bien hechas, hay que mantener esa línea. Si hubo cosas que salieron mal, hay que cambiar algo. Este ejercicio de introspección ayudará a que mejoremos año tras año y que avancemos en nuestra práctica.

-A veces nos encontramos con gente igual a nosotros y que tuvo un excelente año y a nosotros tal vez no nos fue tan bien. En lugar de quejarnos por la mala suerte que nos tocó, sería mejor revisar qué tipo de pensamientos y qué tipo de acciones nos condujeron al sitio en que nos encontramos. La introspección nos ayuda a descubrir en qué nos equivocamos.

-Este es un momento muy importante del año y no es cuestión solamente de festejar y reunirse con familiares y amigos. Mucha gente festeja el fin de año pero se queja de su mala fortuna. Es como si se alegraran porque termina un año que fue malo y esperan que el siguiente sea mejor. Pero con desear, hablar o pensar no basta para que las cosas cambien. Las cosas y la suerte no cambian solas. Es uno el que las cambia a través de la buena práctica. Si uno no actúa y se limita a desear o hablar, sufrirá nerviosismo, ansiedad, depresión, problemas de salud y caída del espíritu.

-Fin de año es también el momento de hacer planes para el nuevo períodoque comienza. Es importante hacer planes buenos y realistas teniendo en cuenta aquellas cosas en las que nos equivocamos y aquellas que resultaron acertadas.