¿Recuerdan que hace un tiempo les hablé de un alumno que se llama Juan Ignacio? –dijo el Maestro-. Es bailarín y profesor baile y que viaja por todo el mundo dando clases. El jueves pasado vino a visitarme luego de dar clases en Europa y EE.UU. Aquí también está dando clases de baile y me dijo que en su método de enseñanza también pone el acento en los detalles pequeños.

-Tiene varios grupos de alumnos, algunos son avanzados, otros son nuevos, otros estudian baile sólo como una manera de mantenerse en movimiento. Juan Ignacio me contó que durante la clase enseña a sus alumnos uno o dos movimientos nada más. Luego a practicar y a pulir los detalles pequeños. La consigna que se llevan los alumnos es que durante la semana deben practicar en sus casas.

-También me contó que a la siguiente clase todos los alumnos volvieron muy contentos con su práctica. Decían que nunca se habían sentido tan bien. Lograr esta sensación respecto a la propia vida es muy valioso. Por eso nuestra práctica es tan importante, sobre todo en estos tiempos de agitación social. En estas épocas son muy comunes la depresión, la ansiedad, los ataques de pánico, etc. Nuestra práctica no se limita únicamente al arte marcial; es para toda la vida. Aprendemos a encontrar dentro nuestro la energía y a cultivarla para que crezca y se ponga fuerte.

-El ritmo de vida moderno es muy exigente y hay que mantenerse centrado para no ser arrastrado por la mala energía circulante. A veces uno se encuentra en medio de un remolino. Es muy fácil ser arrastrado y hundirse a causa de un remolino. Pero nuestra práctica nos entrena para mantenernos fuertes y flexibles ante la tormenta. De lo contrario, es muy fácil contagiarse de la mala energía que nos rodea.

-Es muy fácil caer; es lo más fácil del mundo. Un pequeño descuido y cualquiera puede caer. Por eso es tan importante estar siempre concentrados.

-Cada uno de nosotros es como una piedra preciosa en bruto. Como un jade que aún no fue pulido. Las diversas situaciones de la vida son la oportunidad para pulir nuestro jade, hasta convertirlo en una piedra brillante y luminosa.

-Maestro, yo trabajo muchas horas frente a la computadora. ¿Qué puedo hacer al respecto? –preguntó un alumno.

-Cada hora conviene dejar el trabajo y hacer algunos ejercicios de estiramiento para corregir la postura. Hay varios ejercicios que se pueden hacer sin levantarse de la silla y que demandan uno o dos minutos. Si no se hace esto, la columna vertebral se irá encorvando y el cuerpo tendrá una mala postura, lo que acarrea diversos problemas de salud. Creo que el empleador comprenderá que es bueno que los empleados estén sanos y les permitirá hacer estos ejercicios que redundarán en un mejor desempeño de sus empleados.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 15  de marzo de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.