-Antes que nada, voy a pedirle a Daniel Dos Santos que nos hable sobre la salud de su papá –dijo el Maestro.

-Mi papá ahora está bien –dijo Daniel-. Le bajaron mucho el sodio y el potasio y tuvo un desmayo. Fui corriendo a casa a atenderlo, lo llevamos al hospital, donde estuvo internado una semana y media. Todos los estudios médicos le dieron bien y ahora está en casa. Le estoy haciendo hacer ejercicio para fortalecer sus piernas. Les quiero agradecer a todos por haber recitado el mantra pensando en la recuperación de mi papá.

-Cuando nosotros recitamos el mantra pensando en la salud de alguien –dijo el Maestro-, actuamos como una emisora de radio, emitiendo nuestra señal de buena energía al aire. Pero el destinatario tiene que “encender su radio receptor” y “sintonizar” nuestra onda. En el caso de Daniel, él no nos pidió que recitemos el mantra por su papá, pero lo hicimos porque Daniel es un alumno que comprende el sentido de esta práctica y está sintonizando. En el caso de otras personas no solemos recitar el mantra a menos que nos lo pidan explícitamente. Porque recitar el mantra para alguien que no está abierto para recibir esa buena energía sería malgastar el tiempo.

-Hoy en mi terraza encontré tres abejas muertas. Me acordé de algo que me enseñó a hacer mi mamá cuando se enfermaba alguna gallina o pato. Poníamos al animal enfermo debajo de un balde invertido y empezábamos a presionar como si le estuviéramos haciendo masaje cardíaco al balde. Al poco tiempo de hacer eso, levantábamos el balde y el pato salía caminando lo más bien. Entonces, hice lo mismo con una de las abejas. La puse debajo de un cuenco de plástico y empecé a hacer esos “masajes”. Luego levanté el cuenco y la abeja salió volando. Es preocupante la muerte de las abejas. Sin ellas no habría polinización y por lo tanto no habría alimentos. Si se acaban las abejas ¿qué vamos a comer? Antes los hombres se mataban entre sí de manera directa; ahora se matan de manera indirecta, contaminando el medio ambiente y comiendo comida envenenada.

-Nuestra práctica ayuda a fortalecer la atención. Es muy importante poner atención en todo lo que hacemos. Al hacer taichi chuan ponemos toda nuestra atención en los movimientos, en cada pequeño detalle. Ese entrenamiento de la atención nos será útil en las demás actividades que emprendamos, no sólo en taichi chuan. Cuando la atención es débil la persona hace cosas sin darse cuenta de que las está haciendo y eso le genera toda clase de problemas. Por eso es muy importante que pongan toda su concentración durante la clase. Esto es algo que les digo siempre y voy a seguir repitiéndolo hasta que lo tengan bien grabado. Pero no se trata únicamente de tener el concepto grabado en la mente; es necesario llevarlo a la práctica. No basta con “saber” que es importante  estar atentos; hay que actuar con atención. Por eso yo repito lo mismo todas las clases, porque veo que no llevan a la práctica lo que les digo.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 19 de noviembre de 2016. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.