-Nuestra forma de aprender taichi chuan sirve para todos los aspectos de la vida –dijo el Maestro-. Al concentrarse en cada detalle del movimiento, el practicante aprende a controlar su mente y a integrarla con el cuerpo. Es muy importante aprender a unir e integrar todos los aspectos de la propia vida para poder actuar en armonía, sin conflictos internos, en perfecta armonía. Con este criterio vamos a practicar hoy y el próximo sábado para preparar la exhibición del 10 de diciembre.

-Yo quisiera contar algo importante que me pasó –dijo una alumna-. Es una vivencia que tengo desde hace muchos años y que gracias al Maestro se pudo resolver. Soy copropietaria de una casa y hace 19 años que trato de venderla, pero nunca logré hacerlo porque el otro copropietario no estaba de acuerdo. Le comenté al Maestro esta situación y él me sugirió que cuando llegaran los posibles compradores a visitar la casa recitáramos el mantra y que también pusiéramos un ejemplar de “Bajo el árbol” bien a la vista. Así lo hicimos. Y conseguimos un interesado en comprar la casa que nos hizo una oferta que para mí era aceptable. El siguiente paso era lograr que el otro copropietario también acepte. Cuando nos reunimos con él, otra vez recitamos el mantra en silencio y pusimos un ejemplar del libro a la vista y no hizo falta decir nada: el otro copropietario aceptó la oferta y después de 19 años podremos vender esa casa. Yo le quiero agradecer al Maestro porque siento que al acercarnos a esta práctica me saqué los grilletes de una carga que vengo llevando desde hace 19 años. Le agradezco de corazón.

-Esto que cuenta ella es producto de la fe, es producto de que ella acepta mi consejo, pero también es producto de la energía generada por el grupo. Todos estos factores unidos son muy poderosos. Aquí aprendemos a poner atención en los detalles pequeños, aprendemos a cuidar nuestras acciones, aprendemos a mantener la mente positiva y todo eso ayuda a que las cosas salgan bien. Por otra parte, la energía del grupo es muy beneficiosa y circula con mucha potencia. Un día beneficia a un miembro del grupo y otro día a otro y así, nunca se detiene. Hay que tener en cuenta esto cuando uno se siente pereza y no le dan ganas de asistir a clase. No se pierdan la clase grupal pues el grupo recarga la energía de cada miembro. Y si en la clase grupal tienen algo positivo que contar, no duden en compartirlo. Esas experiencias son como el dinero, se incrementan en la medida en que circulan.

-Yo quiero contarles que sigo creciendo –dijo Angélica-. El otro día me hice una densitometría y estoy un centímetro más alta que la última vez que me midieron. Hace dos años había crecido un centímetro y ahora, otro centímetro.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 2 de diciembre de 2017. Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor