En una mañana de cielo cubierto y con amenazas de lluvia, el Maestro dijo:

-Quiero destacar la fuerza de voluntad de todos ustedes que vinieron hoy a practicar a pesar de que el día no está lindo. Muy bien.

En mis libros “Bajo el árbol” y “Un faro de esperanza” se habla mucho de la disciplina, la paciencia y la concentración. Tiempo atrás una alumna me contó que estaba hablando con su hija sobre estos tres atributos y la nena le sugirió agregar un cuarto atributo: amor.

¿Por qué no incluí “amor” entre los atributos fundamentales a cultivar? El amor es muy importante, pero hay que entender qué es el amor de verdad. Si la persona cultiva la disciplina, la paciencia y la concentración, el amor aparece solo. El amor debe surgir naturalmente, no se puede forzar.

Los alumnos antiguos o los que lean charlas antiguas en el sitio de Internet de nuestra Escuela, saben que esto que digo hoy ya lo dije muchas veces. Es necesario repetir estas cosas porque son difíciles de comprender.

-Durante la cuarentena, cuando no podíamos venir a la plaza, practicamos mucho la paciencia y la concentración –dijo Eva-. Cuando usted hoy agradeció nuestra presencia a pesar del mal tiempo, yo me doy cuenta de que vine en agradecimiento por todas las cosas buenas que aprendí acá y que me ayudaron mucho en mi vida personal. Junto con la disciplina, paciencia y la concentración, también aprendí el agradecimiento. Desde el agradecimiento también viene el amor.

-Cuando yo era chica tenía el pelo muy largo –dijo Alejandra-, y sufría mucho con los tirones que mi mamá me daba al peinarme. Secretamente deseaba quedarme pelada para no sufrir esos tirones. A los 17 años tuve un accidente y me golpeé muy fuerte el hueso parietal. Para operarme la cabeza tuvieron que pelarme y así se cumplió mi deseo. Antes de conocerlo a usted pasaba mucho tiempo en la cama. Otro de mis deseos era vivir dentro de la cama. A fines del año pasado contraje el coronavirus y tuve que pasar 14 dias en cama. Ahí se cumplió mi otro deseo. Por eso, recomiendo a todos que deseen cosas buenas, porque todos los deseos se cumplen.

-Alejandra aprendió de la manera difícil –dijo el Maestro-, pagando un precio muy alto con su cuerpo. Tal vez sea mejor aprender escuchando buenos consejos y cambiando el carácter para no generar un karma tan pesado. Es mejor abrir la mente, conectarse con la esencia bondadosa que todos tenemos y corregir los aspectos incorrectos. Hay que buscar buenos ejemplos y seguirlos.

——–
Resumen de la segunda parte de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 30 de enero de 2021. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Daniel Fresno..