-¿Recibieron la foto que les envié? –preguntó el Maestro-. Es un dibujo que, visto de una manera, muestra el rostro de una anciana, pero si se lo invierte, se ve una mujer joven con una corona. Esto nos enseña algunas cosas de cómo actuar en la vida. No debemos ser tan estructurados y tener sólo una visión, sino saber ver las cosas desde otro ángulo para tomar el mejor camino, otra salida.

En nuestro taichi también hay varias partes en donde podemos aplicar este concepto, con un movimiento unido a otro, podemos cambiar la técnica para una situación diferente. Hay mucha riqueza en el interior de nuestro taichi, por eso tenemos que practicar lento para poder sentir la sensación que produce en nuestro cuerpo, encontrar nuestro disfrute, es como cuando comemos una comida rica, tenemos que masticarla muy lento, para sentir el mejor sabor.

Además es mejor para nuestra salud, porque si no masticamos bien, nuestro estómago se llena más y tendrá mayor trabajo, haciendo que tengamos malestares, se produce lo que llamamos fuego de estómago, que se exterioriza como mal aliento. Si se mastica bien no engordamos porque se asimila mejor las sustancias que el cuerpo necesita, la saliva mezclada con los alimentos produce nuevas composiciones para nuestra nutrición. Al masticar lento también nos ayuda a mantener la mente concentrada, estamos tranquilos, sin apuro. Pueden ver que sólo una acción que es masticar lento, cuántas cosas podemos lograr.

Con nuestra práctica lenta también logramos muchos beneficios. Para mi la práctica me ayuda para el tratamiento de mis pacientes. En general las personas ponen fácilmente excusas para no avanzar, no crecer, que luego repercute en la salud de su cuerpo. Realicé varios diagnósticos de enfermedades que tienen que ver con excusas para no avanzar en determinadas situaciones. Esto se debe a que la mente se niega a seguir adelante, entonces produce en el cuerpo una dolencia que lo usa como excusa para evitar avanzar. Es la unión de cuerpo y mente, si la mente está mal, el cuerpo se enferma.

En una oportunidad me tocó atender a un médico, la primera vez le dí un diagnóstico exacto y cuando vino en una segunda oportunidad, me pidió que le explicara por qué estaba enfermo. Yo le pregunté varias veces si en realidad lo quería saber, porque él no quería contar su caso, hasta que finalmente le dije que su enfermedad se debía a que él tenía mal comportamiento. El médico se sorprendió, lo analizó, me dio la razón y me contó su caso. Me preguntó cómo lo había descubierto y le dije que su enfermedad habló por él. Por eso les digo que nuestra práctica es tan completa, fortaleciendo nuestro cuerpo, fortalecemos nuestra mente y avanzamos espiritualmente, entonces experimentamos y podemos analizar cómo la psicología influye en cada uno. Encontramos muchas cosas en una sola práctica.

En la vida, cuando profundizamos sólo en un tema, aprendemos muchos otros más. Por ejemplo la Maestra Cheng Yen, de la fundación Tzu Chi, está a su alrededor con muchas personas con doctorados y ella solamente estudió en su juventud el nivel secundario, sin embargo es consultada en todas las cuestiones y da siempre una palabra exacta como respuesta. Siempre es la persona consultada a pesar de que todos tienen niveles de estudio superiores. Esto es porque ella con un solo conocimiento sabe todo. Con solamente una buena práctica de nuestro taichi y chikung por lo menos durante diez años, vamos a obtener muy buenos resultados, muchos beneficios y un profundo conocimiento de otros temas de nuestra vida. Practicando con mucha concentración, avanzaremos muy bien y seguros.

Mi yerno que es muy estudioso e investigador de la filosofía y el budismo siempre se sorprende de mi conocimiento, de mis explicaciones, y no tengo tantos estudios profundos sobre religión. Por eso les enseño la importancia de los pequeños detalles. Todo lo que hacemos estimula nuestro cerebro, nuestra mente, por eso con control mental podemos asimilar mayores conocimientos y más rápido. Hay religiones que enseñan muchas cosas y la gente siente que necesita muchas vidas para aprender. Si un alumno practica el control mental, avanza más rápido y adquiere mucho conocimiento sobre de dónde viene, cuál es su misión en esta vida y cómo prepararse para volver al Universo, no al cielo, sino más allá. Si practicamos en forma correcta, no hace falta tener tanta teoría, leer muchos libros y sutras. Un montón de teorías las reducimos en una sola práctica.

-Maestro, ¿cómo con nuestra práctica encontramos nuestra misión, nuestro propósito en la vida? -preguntó un alumno.

-Cada uno nace con un don especial, una habilidad, un karma bueno. Tiene facilidad para alguna actividad. Su habilidad y sabiduría lo aplica para el bien de otras personas, para la sociedad, entonces decimos que está cumpliendo su misión. Tiene que aplicar su conocimiento para el servicio a los demás, puede ser un oficio, una profesión. No es sólo para beneficiarse uno mismo u obtener dinero sino que es también para el bien a la comunidad. Por eso la sociedad está organizada con personas con diversas actividades. La Naturaleza planifica todo con gran equilibrio en donde cada uno aplica su misión en sociedad. Les cuento una historia de una persona en Japón que fue muy rico desde joven, siempre trabajó pensando en el beneficio del otro, nunca lo hacía solamente para obtener su propia ganancia. El crecimiento de sus empresas se produjo por su mente positiva y su servicio en el bienestar de la gente, además siempre actuaba en el crecimiento correcto de los más jóvenes. La misión se cumple sin codicia ni egoísmo y los beneficios vuelven.

La próxima semana les voy a enseñar unos ejercicios para fortalecer nuestros huesos. Si bien por la edad podemos tener osteoporosis, podemos disminuir sus efectos si con estos ejercicios mantenemos duros nuestros huesos.

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Resumen de la charla del Maestro Chao Piao Sheng del 22 de enero de 2022. Prohibida su reproducción sin autorización del autor.
Desgrabación: Sergio Arakaki..