Este sábado amaneció lloviendo. Una hora antes del comienzo de la clase, la lluvia cesó y el cielo se abrió para que el sol ilumine la plaza.
Al llegar el maestro una alumna le dijo en broma “Maestro, cuando me desperté llovía a cántaros y ahora brilla el sol. Para mí que usted controla el clima”

“No fui yo, fuimos todos nosotros. Por eso siempre les digo que reciten el mantra cuando el tiempo está feo antes de la clase de los sábados. Cuando varias personas oran con un mismo propósito es más poderoso.

No hay que subestimar el poder de la oración.
Cuando rezamos o recitamos un mantra hacemos que la mente se aquiete y eso nos conecta con el Universo.

Pero al rezar debemos hacerlo con devoción y con misericordia.
Si sólo pedimos para nosotros es poco probable que el Cielo nos escuche, pero si en nuestra oración pedimos por los demás, por nuestros familiares, amigos, compañeros de práctica y por toda la humanidad, vamos a tener más posibilidades de ser escuchados”.

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Resumen de las palabras del maestro Chao Piao Sheng durante la clase del sábado 18 de abril de 2009