Mucha gente pregunta cómo se hace para desarrollar el espíritu.
Algunos creen que el desarrollo espiritual tiene que ver con encender sahumerios, cerrar los ojos y escuchar música suave.
Estos no son más que rituales vacíos si no van acompañados de tres cualidades fundamentales: disciplina, paciencia y concentración.

Para cultivar el espíritu primero hay que prepararse a uno mismo.
¿De qué manera? Desarrollando disciplina, paciencia y concentración.

Practicamos taichi chuan no sólo como arte marcial y gimnasia para la salud, sino también como camino de desarrollo espiritual. Aquí tenemos la oportunidad de desarrollar la disciplina, la paciencia y la concentración.

Disciplina para hacer lo que es debido, para practicar todos los días y vencer los límites que a veces nos imponen la pereza y la soberbia.

Paciencia para dar tiempo a que el fruto de la buena práctica madure sano y fuerte dentro nuestro.

Concentración para focalizar la mente en lo que estamos haciendo, dejando de lado cualquier otro pensamiento.

Cada uno de estos atributos es importante, y dan resultado si van juntos. De nada sirve, por ejemplo, la concentracion si no va acompañada de la disciplina y la paciencia.
Por otro lado, el cultivo de uno de ellos potencia a los otros dos.

El cultivo espiritual se parece al tallado. Una madera sana y sólida puede ser tallada y dar lugar a figuras de belleza inigualable, pero ¿podría hacerse lo mismo en una madera podrida?

Al desarrollar la disciplina, la paciencia y la concentración estamos transformándonos en buena madera.

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Resumen de las palabras del maestro Chao Piao Sheng durante la clase del sábado 21 de febrero de 2009