Las cosas pequeñas

Jul 7th, 2009 | By | Category: Charlas con el Maestro

Cada ejercicio del comienzo de la clase lo repetimos unas 20 veces y aún así, no salen bien. No hay que pensarlos como simples ejercicios de calentamiento, sino enfocarnos en la importancia de cada detalle. Si no se los ejecuta correctamente podrían traer consecuencias negativas.

Uno suele despreciar los números pequeños o los movimientos breves pensando que son insignificantes y no afectan en nada nuestra vida. Pero no es así. Pensemos que cada número grande está compuesto por una acumulación de números pequeños, de la misma manera que el tiempo es una acumulación de segundos, minutos y horas.

Si uno aprovecha cada segundo del día, tiene diariamente 86.400 segundos para hacer lo que quiere, lo que debe y todas las cosas buenas que puede hacer concentradamente.

Los segundos y minutos deberían ser importantes para nosotros, porque muchas cosas importantes ocurren en un abrir y cerrar de ojos.

A veces, al dar un paso sobre las baldosas de la plaza matamos muchas hormigas y no somos conscientes de ello. Si en cada segundo nos concentramos en lo que hacemos, podemos minimizar el daño provocado a otros seres vivientes y podemos hacer muchas buenas obras.

Algunas personas piensan que las hormigas están de más en el entorno en que viven y que sólo molestan a la gente. De la misma manera, las hormigas podrían pensar que somos los humanos los que estamos de más, que consumimos mucho más alimento y recursos, construimos edificios y les quitamos espacio a ellas.

-¿Y qué hacemos con las hormigas que se comen nuestras plantas?- pregunta una alumna.

Hay que sacarlas del lugar de manera bien intencionada. Al principio ellas no entienderán el pedido que les estamos haciendo, por eso hay que ir educándolas de a poco.
Por ejemplo, si yo a ustedes les digo en chino unas palabras invitándolos a comer, aunque lo repita muchas veces, no me van a entender. Pero si muevo las manos haciendo el gesto de comer podría lograr que me entiendan.

Si uno no entiende lo que el otro le dice o sus intenciones, seguramente va a obrar con precaución. No va a aceptar tan fácilmente la oferta del otro, aunque sea bien intencionada.

Por eso, debemos ponernos en el lugar del otro. Lo que a simple vista parece un gesto o un acto insignificante puede transformarse en una acción caritativa, o puede interpretarse como una agresión. No hay que subestimar ese gran cambio que se produce en cuestión de segundos. Por eso debemos ser cuidadosos en todo momento y hacer todas las cosas con la mayor concentración.
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Resumen de las palabras del maestro Chao Piao Sheng durante la clase del sábado 28 de marzo de 2009

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