Después de una intensa sesión de los 20 ejercicios y de tan lien, el Maestro nos invitó a acercarnos. La mayoría lo hizo a paso lento y cansado.

– ¿Qué les pasa hoy? – dijo el Maestro. – Parece que todavía no salieron de la cama y caminan dormidos. Hay que caminar erguidos y con paso vivo. Es de mañana, tenemos con nosotros toda la energía del día que comienza, hay que aprovecharla. Ya les dije que se acercan tiempos difíciles en los que va ser necesario tener el cuerpo bien despierto, las piernas fuertes y flexibles para correr y la mente concentrada para resolver situaciones. Lo mismo respecto al mantra. Tenemos que recitarlo a viva voz para que todos lo escuchen y se sientan inspirados.

– No estamos en este mundo sólo para disfrutar; ya hablamos de eso. Estamos para aprender y tratar de mejorar a través de la práctica. Pero con el autocultivo no basta. También hay que hacer algo por los demás y por el planeta. A lo largo de la vida consumimos recursos que nos da la Naturaleza y los que llegaron antes que nosotros. ¿Es justo atravesar la vida sin retribuir algo de todo lo que recibimos?

– El 1 y el 2 de mayo vamos a realizar dos jornadas intensivas de meditación y taichi chuan acá en la ciudad de Bs.As. Vamos a estudiar cómo tomar energía de los árboles, pero también vamos a hablar sobre qué podemos hacer para ayudar a sanar la Tierra.

– Al principio, cuando los reté porque caminaban como dormidos, no lo hice con desamor. Yo los quiero mucho a ustedes, mis alumnos, por eso justamente trato de corregirlos. Cuando un hijo hace algo indebido, uno lo reta porque lo quiere y le importa. Con los hijos ajenos uno no actúa así.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 10 de abril de 2010.