La mañana del sábado estaba fresca y al empezar la clase el Maestro le sugirió a una alumna, que estaba en camiseta, que se abrigara un poco. Al terminar los 20 ejercicios el Maestro dijo:

-En estos días de otoño hay que cuidarse del frío. Si practicamos al aire libre tenemos que ponernos al menos un buzo liviano. Cuando uno siente el frío, ya es tarde. Esa sensación indica que la energía yin ya entró al cuerpo. Hay que prevenir esto y abrigarse un poco antes de llegar a sentir frío.

-Quiero agradecer a Juan y a Mariel, que para la jornada especial del 1º de mayo trajeron varios termos de té y galletitas y los compartieron con todos nosotros. Ellos son alumnos nuevos; tuvieron apenas 3 o 4 clases y por su propia iniciativa, sin que nadie se lo pida, hicieron esto, que no es sencillo. Ambos viven lejos y tuvieron
que viajar en tren y en colectivo cargando con todo su equipo para traerlo hasta aquí. Quiero pedir un aplauso para ellos.

Todos aplaudimos.

-Maestro, desde que venimos acá nosotros sentimos que recibimos mucho en cada clase y por eso quisimos retribuir un poco – dijo Juan.

-Esto que hicieron tiene mucho mérito- continuó el Maestro. -En lugar de esperar que otros les sirvan el té, ellos eligieron servir a los demás. En lugar de recibir, eligieron dar. ¿Cómo sería el mundo si la mayoría de la gente actuara así? Sería mucho mejor y habría más paz y menos codicia.

-La Maestra Cheng Yen dice que el que recibe pone la mano hacia arriba – el Maestro puso la palma de la mano hacia arriba como quien espera una moneda. – El que da, pone la mano hacia abajo – el Maestro puso su mano como dando una moneda a otro.

-Es mejor dar. ¿Saben por qué? Porque todo lo que entregamos al mundo, luego vuelve a nosotros. Si tiramos una pelota contra la pared, va a rebotar. Si la lanzamos con fuerza, va a regresar con fuerza ¿no es cierto? Por eso es mejor dar amor y construir buenos vínculos con todo el mundo.

-El que elige dar tiene una actitud mental positiva, porque siente que tiene cosas para dar. El que espera recibir, pone énfasis en las cosas que le faltan. Si uno sólo ve lo que le falta, nunca va a sentirse satisfecho; siempre va a sentir que le falta algo.

– Esto desde una perspectiva personal, pero en el aspecto social también es muy importante la actitud de dar. Porque genera un buen ejemplo que otras personas seguramente van a recoger. Es muy valioso realizar buenas acciones, no sólo por la acción en sí, sino también por el efecto multiplicador que genera en los demás.

-Todos tenemos un octavo sentido que registra todo, lo bueno y lo malo, sin discriminar. El ser humano tiene 10 sentidos; los primeros cinco son muy conocidos. El octavo sentido es como una computadora que guarda toda la información sin importar su origen o naturaleza. Por eso es importante realizar acciones meritorias, para que nuestro
octavo sentido y el de los demás registren algo bueno y positivo.

– ¿Se pueden cultivar los 10 sentidos, Maestro? – preguntó un alumno.

-Sí, pero es necesario que el practicante no esté demasiado apegado a las cosas de este mundo. Hay que ser como el Buda. El Buda es pura luz. ¿Qué hace la luz? Brilla e ilumina todo a su alrededor. La luz no pide, la luz sólo da. Así debemos comportarnos, como una fuente de luz.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 8 de mayo de 2010