-Acaba de empezar la primavera – dijo el Maestro. -La primavera es la estación en que la naturaleza parece revivir después del receso del invierno. La energía de la primavera es pujante, ascendente y en constante crecimiento. Nosotros tenemos que aprovechar esta energía que hay ahora en el entorno para recargarnos y fortalecernos y tener reservas para cuando llegue el otoño y el invierno.
Primavera y verano son épocas para practicar intensamente y así aumentar el nivel de energía.

-Como las hormigas, que recogen alimento en primavera y verano y lo guardan para cuando haya escasez- dijo Liliana.

-O como los paneles solares, que toman energía del sol cuando es de día y la guardan en un acumulador para tener cuando es de noche – dijo Carlos.

-Así es. -continuó el Maestro – Lo que buscamos es tener reservas suficientes para lograr un equilibrio interno que nos permita sobrellevar los desequilibrios externos. Lo que no queremos pasar de un extremo al otro, como esa gente que siente calor y entonces se saca toda la ropa, pero cuando baja un poco la temperatura siente mucho frío y entonces se pone mucho abrigo. Buscamos el equilibrio.
Pero ese equilibrio se logra si uno tiene suficiente energía para compensar los altibajos que presenta el mundo exterior. Y para tener energía hay que practicar todos los días.

-Maestro, estuve hablando con Rosamaría – dijo Ricardo. -Ya le dieron de alta y está en su casa. El médico le dijo que tenía que hacer ejercicios de rehabilitación y ella le contó que estaba haciendo taichi chuan. Entonces, el médico dijo que no hacía falta la rehabilitación; que siguiera haciendo taichi chuan.

-Yo tengo osteopenia -dijo Liliana – y el médico me iba a dar medicación, pero cuando le conté que hacía taichi chuan, me dijo que si practicaba todos los días no iba a ser necesaria la medicación.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 25 de setiembre de 2010