84.000 formas

Oct 16th, 2010 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Hace un tiempo les decía que el taichi chuan es como una universidad de la vida – dijo el Maestro, – porque el conocimiento superior que se adquiere en el taichi chuan sirve para aplicar en cualquier aspecto de la vida. ¿Pero cómo se adquiere ese conocimiento? Practicando con total y constante concentración.
-¿Cuándo, en qué momento del día debe uno estar concentrado? – preguntó el Maestro.

-Usted enseña que hay que estar concentrado todo el tiempo -dije yo.

-¿Cómo hizo el Buda para llegar a ser Buda? -siguió el Maestro. -¿Qué diferencia hay entre el cuerpo de Buda y el cuerpo de cualquiera de  nosotros?

-Ninguna. Buda era un ser humano como cualquiera de nosotros – dije yo.

-Lo que pasa es que el Buda meditaba las 24 horas del día – dijo Gustavo.

-Eso de meditar todo el día, lo hizo durante 49 días. Buda decía que cualquiera podía llegar a ser Buda. Pero para lograrlo hay que estar concentrado en la unidad. Eso no es fácil porque la mente tiene tendencia a dispersarse.

-Pensamos en mil cosas, como Kuan Yin, que tiene mil brazos – dijo Gustavo.

-No es lo mismo. Los mil ojos y los mil brazos de Kuan Yin hacen referencia a otra cosa; nada que ver con la dispersión de la mente. Se dice que Kuan Yin, la bodhisattva de la compasión, tiene mil ojos para ver el sufrimiento de todos; y mil brazos para poder ayudar y consolar a todos. La gente que se organiza para ayudar a los necesitados, como la Fundación Tzu Chi, son como los brazos de Kuan Yin.
-Pensar en mil cosas a la vez es otra cosa; es carencia de concentración. Nuestra práctica apunta a fortalecer la atención y focalizarla en una sola cosa. Si logramos esta concentración, obtendremos beneficios no sólo en la clase de taichi chuan, sino también en el resto de nuestra vida.

-Yo hace muy poco que empecé, pero siento que muchas de las cosas que aprendí acá las estoy aplicando en mi vida cotidiana – dijo Ariel. -En el trabajo, cuando recibo un email agresivo, en lugar de engancharme y responder con otra agresión, lo «desvío» para que la agresión no me llegue. Lo mismo cuando estoy en la calle con el auto. Si el otro está apurado y se quiere meter, lo dejo que se meta y así me lo saco de encima. Antes me ponía a competir con el otro auto y era muy desgastante. Las tareas que tengo que hacer trato de hacerlas con la espalda derecha e integrando todo el cuerpo como una unidad, como enseña el Maestro.

-El tema de la concentración me es muy útil cuando voy al supermercado. Soy más eficiente y rápida que antes -dijo Cristina.

-Se aprende mucho sobre la biomecánica corporal -dijo Gustavo. -El otro día iba caminando por la calle y empecé a sentir un dolor en la cadera derecha. Presté atención y me dí cuenta de que estaba caminando desequilibrado, apoyando más peso en una pierna que en la otra y eso me provocaba el dolor. Al darme cuenta y corregir la caminata, desapareció el dolor.

-Por eso es muy importante mantener la concentración en todo momento -dijo el Maestro. -Les voy a contar una historia: un monje estaba haciendo un largo viaje a pie cuando pasó cerca de una humilde herrería. Como el sol estaba cayendo, le pidió permiso al herrero para pasar la noche ahí y éste accedió. A la mañana siguiente, antes de seguir su viaje, el monje le dijo al herrero «quisiera agradecer tu hospitalidad, pero soy un monje muy pobre». El herrero respondió «me gustaría aprender budismo, pero también soy pobre y no puedo pagar mis estudios como lo hacen los ricos». Entonces el monje le dijo «como retribución por tu hospitalidad te voy a dar un mantra: a mi tuo fo». El herrero aceptó el mantra y lo repitió con total concentración. Cada vez que pegaba con la maza sobre el acero, decía «a mi tuo fo». Así, el herrero alcanzó la Iluminación.

-Esta historia- continuó el Maestro -muestra que cualquiera puede llegar a ser un Buda, sin importar su profesión o su nivel social. Tengo otra historia: una prostituta fue a hablar con el abad de un templo y le dijo «trabajo como prostituta para vivir y sostener a mis hijos, pero quisiera seguir el camino del Buda ¿Debo cambiar mi oficio para poder practicar ?» El monje le respondió que no era necesario, que cualquiera podía iniciarse en la práctica si lo hacía con disciplina y sinceridad. La prostituta entonces se hizo en la espalda un tatuaje que decía «nan mo kuan su inn pu sa» (la bodhisattva Kuan Yin tiene mil ojos y mil brazos). Cuando un cliente le preguntaba sobre el tatuaje, ella le explicaba y de esa manera iba transmitiendo las ideas del budismo.

-El Buda dijo que «hay 84.000 formas de práctica». Con esto quiso decir que no hay un único camino, una única manera de practicar el budismo.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 16 de octubre de 2010

One comment
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  1. Les comparto un comentario:
    Hace un año que conozco al Maestro y desde entonces mi practica es diaria. Al comienzo no tenia mucho que practicar, pero a medida que iban pasando las semanas y aprendía algún movimiento o ejercicio de Chi Kong nuevo lo incorporaba a la practica. Llego un momento en el que mi practica era de 3 horas diarias. Una por la mañana, una por la tarde y la ultima por la noche. Luego incorpore una dieta que me dio el Maestro, la cual también la cumplo sin excepciones. Baje 20 kilos y mi cuerpo recupero mucha fuerza.

    Todo este cuento viene a lo siguiente. Hace 2 meses que estoy en obra en mi casa. Mi mujer con mi hijo se fueron a vivir a lo de mi suegra por el polvo y el ruido y yo me quedo en la obra todo el día. A la noche voy a bañar a mi hijo para compartir un rato y luego lo duermo. De ahí me voy a trabajar al estudio y me acuesto muy tarde por la noche. A todo esto se suma que en 2 semanas nace mi segundo hijo y la casa no va a estar terminada.

    ¿Y la practica? ¿Y la dieta?… Bueno, tuve que suspenderla por razones obvias.

    Lo que no fue obvio es el ataque de nervios que me agarre por no poder practicar mas. Entre en un estado de profunda angustia. El trabajo de todo un año se me estaba disolviendo en unas cuantas semanas. estuve las primeras 2 o 3 semanas con mal humor, muy poco proactivo y realmente haciéndole la vida imposible a todas las personas que me rodeaban.

    Una de esas noches, releyendo las transcripciones que hace Daniel de las charlas del Maestro, encuentro que el Maestro nos dice todo el tiempo que la practica debe ser llevada a las actividades diarias. Estuve con esa frase en la cabeza por 2 días hasta que realmente comprendí que nos esta diciendo el Maestro con eso. Al día siguiente decidí que debía ponerme a trabajar en la obra y no quedarme a ver como trabajaban. Aprendí a preparar cemento, a poner a plomo un revoque, a cargar bolsas de arena de 30 kilos por 3 pisos por escaleras, etc. Aprendí que cada instante es momento de practica y que la practica no esta encerrada solamente en los ejercicios; sino, que de desde los ejercicios se debe expandir hacia la vida diaria y no al revés.

    Hoy mi practica esta mas intensa que nunca gracias a las enseñanzas del Maestro y al labor de Daniel. Ambos me enseñan.

    Checho.

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