El niño y el buey
Oct 2nd, 2010 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro– El próximo domingo vamos a tener la jornada especial – dijo el Maestro. -Ese dÃa habrá más tiempo para practicar más cosas y para preguntar sobre aquello que tengan dudas. Conviene que durante esta semana vayan haciendo una lista de aquellas dudas que les surjan durante la práctica, asà el domingo podemos abordarlas.
-Maestro ¿cuál es la actitud mental que hay que tener cuando practicamos la forma? ¿Cada movimiento tenemos que verlo como un ataque o una defensa durante un combate imaginario? – preguntó Judith.
-Durante la forma, la mente tiene que estar concentrada en cada detalle del movimiento; cómo éste surge desde la cadera; cómo se transmite hacia arriba y hacia abajo; dónde está el peso en cada momento; cómo se alinea cada segmento del cuerpo al acumular energÃa y al emitirla.
-En cambio, cuando hacemos tan lien, es decir cuando tomamos una técnica simple y la repetimos muchas veces, ahà sà la mente puede concentrarse en la aplicación de ese movimiento en una situación de lucha.
-Maestro ¿la forma de taichi chuan se practica al derecho y después al revés? Quiero decir, después de hacer la forma de la manera establecida ¿se puede practicar «en espejo» para desarrollar las mismas habilidades a derecha y a izquierda? – preguntó Damián.
-No, la forma se practica de la manera establecida. Pero es muy importante poder aplicar todas las técnicas correctamente a derecha y a izquierda; para eso está el tan lien. Elegimos una técnica y la practicamos muchas veces de un lado y luego del otro. Podemos hacer eso con todas las técnicas de la forma.
-Hay que aprovechar el tiempo al máximo y practicar todos los dÃas. Les cuento una historia que tiene que ver con esto.
-HabÃa un niño campesino al que sus padres le habÃan encargado el cuidado de un buey recién nacido. Una de las tareas del niño era llevarlo todos los dÃas a pastar al otro lado del rÃo. Cómo el buey era muy pequeño, el niño lo tomaba en brazos para cruzar el rÃo. Cada dÃa el buey aumentaba un kilo de peso y el niño, al alzarlo para cruzar las aguas, se hacÃa cada dÃa un poco más fuerte. Pero el niño se enfermó y estuvo varios dÃas en cama. Cuando se recuperó y quiso levantar al buey, no pudo hacerlo. Durante esos dÃas que no practicó ocurrieron dos cosas: el buey siguió subiendo de peso y al mismo tiempo él se debilitó por la enfermedad.
Por eso es muy importante practicar todos los dÃas.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 2 de octubre de 2010
Daniel,
Gracias por el resumen.