-Yo quisiera que ustedes aprendan bien la forma completa de taichi chuan, las siete partes y que la aprendan en esta vida – dijo el Maestro. -Si la aprenden bien pueden influir positivamente sobre la gente que los rodea; sobre sus familiares, sus hijos y sus nietos. Eso sería algo muy valioso para ellos y también para ustedes. Por eso yo me esfuerzo por buscar mejores maneras para enseñarles. Pero con mi esfuerzo no alcanza; ustedes también tienen que esforzarse y practicar cada día más y con más concentración.

-Les expliqué que el taichi chuan tiene tres aspectos y que hay que cultivar y desarrollar los tres por igual: el arte marcial, la salud y el espíritu.
También les expliqué que hay tres atributos fundamentales para avanzar en la práctica: disciplina, paciencia y concentración. Hay muchos atributos más, pero estos tres resumen a todos los demás.

-En la época de Buda había un hombre que quería ser monje, pero no sabía cuáles eran los requisitos que se exigían. Se acercó a un discípulo de Buda y le preguntó cuántos preceptos tenía que respetar un monje. El discípulo le respondió: «los varones tienen que seguir 250 preceptos y las mujeres 450». Decepcionado, el hombre dijo que él sería incapaz de seguir tantos preceptos y se fue. Enterado de esto, Buda lo llamó y le dijo: «entiendo que 250 preceptos te resulten abrumadores, pero yo podría darte sólo 3 preceptos para que cumplas. ¿Aceptarías cumplir 3 preceptos?». El hombre dijo que sí y el Buda le transmitió los 3 preceptos que resumen todos los demás preceptos:  «Pensar correctamente, hablar correctamente y actuar correctamente». El hombre terminó haciéndose monje.

-Todo lo que ustedes avancen en la práctica queda acumulado y podrán disfrutar de los beneficios en esta vida o en la siguiente. El camino del aprendizaje nunca se acaba.

-Maestro ¿la reencarnación es un ciclo que nunca termina? – preguntó un alumno.

-Si uno no terminó de pagar su karma, seguirá reencarnando – respondió el Maestro. -Si uno, en cambio, logra un nivel tan alto como el del Buda, puede seguir camino hacia otros cielos y no volver a reencarnar, a menos que lo desee. Los bodhisatvas son budas que eligieron volver a encarnar en el mundo para ayudar a los demás seres a alcanzar la iluminación.

-Maestro, cuando a usted le toque irse, por favor vuelva, que lo necesitamos aquí para que siga enseñándonos- dijo Angélica.

-Esa forma de pensar no ayuda a aprender – dijo el Maestro. – Muchos alumnos no se aplican lo suficiente porque piensan que el maestro siempre va a estar a su lado, y así no aprenden nunca. En su momento el Buda eligió morir porque se dio cuenta de que si seguía en este mundo sus discípulos nunca iban a aprender a valerse por sí mismos.
Por eso es importante que practiquen y pregunten a fondo ahora que me tienen con ustedes. No vale que después, cuando me esté yendo, empiecen a tironearme para que me quede.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 23 de octubre