Hay o no hay espíritu

Nov 6th, 2010 | By | Category: Charlas con el Maestro

-¿Dónde está el espíritu ? – preguntó el Maestro.- Puede haber espíritu en cualquier actividad. Puede jugarse al fútbol con espíritu, ejercerse la medicina con espíritu, puede manejarse un colectivo con espíritu. En cambio, cuando se hace algo sin espíritu, se nota inmediatamente. El trabajo cuesta, es pesado y no satisface ni al que lo realiza ni al que lo recibe. Cuando en la actividad hay espíritu, se siente alegría, vitalidad, satisfacción y se busca la perfección con entusiasmo.

-¿Cuáles son los atributos que le dan espíritu a cualquier actividad?- volvió a preguntar el Maestro y se respondió, – la disciplina, la paciencia y la concentración. Mucha gente habla acerca del espíritu y parece que a fuerza de repetirla, la palabra va perdiendo sentido. ¿Qué hay adentro de la palabra espíritu? ¿Qué estoy diciendo cuando digo que el taichi chuan, entre otras cosas, ayuda al desarrollo del espíritu? Estoy diciendo que el taichi chuan lo entrenamos con disciplina, paciencia y concentración.

-Maestro, a esos 3 atributos yo le agregaría el del amor al prójimo.- dijo Carlos.

-Recuerden que cuando hablo de disciplina, paciencia y concentración me refiero a tres atributos que son para transformarse a uno mismo.- dijo el Maestro.- En un principio, se trata de un trabajo interno; se trata de ser uno mismo disciplinado, paciente y concentrado. No tiene sentido exigirle a los demás que tengan disciplina, paciencia y concentración si uno mismo no encarna en su vida cotidiana esos atributos. Por otro lado, tampoco va a ser muy beneficioso nuestro amor al prójimo si no cultivamos antes en nosotros mismos esos atributos. Es muy probable que, en lugar de ayudar, terminemos provocando un daño.

-Atención a esto. Mucha gente busca en la ayuda al prójimo una manera de aliviar su culpa o algún beneficio en sus próximas encarnaciones. Ese no es el camino correcto. La ayuda al prójimo es una responsabilidad. El verdadero amor al prójimo es el que logra transformar al que recibe la ayuda, permitiéndole ponerse de pie, valerse por sí mismo y ser capaz de empezar a ayudar a otros. Hay que ayudar con inteligencia.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 6 de noviembre de 2010

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