Este sábado hizo mucho calor. Después de una hora de tui shou sin parar y de los 20 ejercicios sentí necesidad de beber. Tomé un poco de agua de mi botella y el Maestro me dijo:

-Cuando se bebe en medio de la actividad física hay que hacerlo bien despacio y con sorbos cortos. El agua que esté a temperatura ambiente ,no tiene que estar fría. Se toma un sorbo pequeño, se mantiene un poco en la boca y luego se traga. No importa si la sensación de sed es muy grande, hay que beber despacio.

-¿Cuál es la clave de la buena técnica? – pregunta el Maestro y se responde – Los detalles pequeños. El secreto de la buena técnica está en conocer y dominar los detalles pequeños. La mayoría de la gente mira un movimiento y lo que su ojo ve es lo aparente. Por eso es fácil distinguir al que copia de aquel que conoce en profundidad la técnica. El que se limita a copiar sólo es capaz de hacer una imitación de la técnica, sin conocer los detalles pequeños que son los que dan vida a la técnica. Si nos concentramos en los detalles pequeños estaremos mejor preparados para futuros aprendizajes, ya sea en esta vida o en las siguientes.

-Durante una vida la persona puede avanzar si practica con disciplina, paciencia y concentración. Pero ese avance es pequeño en comparación con el nivel con el que empezará su próxima vida. Por eso es importante practicar duro, tener buenos pensamientos, usar buenas palabras y realizar buenas acciones, porque la próxima vida la empezaremos desde un punto de partida mucho mejor.

-Cuando la mente o el cuerpo se alejan del buen camino, el alma sufre. El alma trata de ayudar para que la conducta cambie, pero si no lo logra, hace que el cuerpo o la mente se enfermen. El alma parece decir «vivir dentro de este cuerpo que sólo piensa y actúa mal no vale la pena; es preferible liberarme de él». Entre la gente pasa algo parecido. Si una persona tiene buena conducta y buenos pensamientos y trata de mejorar, a seguramente los demás tendrán ganas de ayudarla. Si en cambio, se trata de una persona que habla, piensa y actúa mal, nadie querrá ayudarla.

-Maestro ¿uno puede llegar a conocer cómo fueron sus vidas anteriores? – preguntó un alumno.

-Sí. – dijo el Maestro. -Si uno practica en profundidad puede llegar a saber sobre sus vidas pasadas. Pero hay que practicar y meditar mucho hasta abrir el tercer ojo, que es el que permite ese tipo de conocimiento.
Saber sobre las vidas anteriores es muy valioso porque nos permite comprender cosas de nuestra vida actual.
Hay gente que quiere saber y consulta a especialistas para que les den información sobre sus vidas anteriores, pero esa no es la mejor opción. Lo mejor es practicar uno y conocer uno mismo lo que pasó antes; no que otro me lo cuente.

-Las diferentes vidas que vivimos son como un viaje. Imaginen a un niño que salió de su casa y empezó a pasear y a descubrir cosas nuevas. En su paseo cada vez se aleja más de su casa y llega un momento en el que desea regresar. Desde el hogar la madre lo llama y él, guiándose por su intuición y por los llamados de su madre, emprende el camino de regreso a casa. Nosotros somos como ese niño. En algún momento nos fuimos de casa y recorrimos muchos caminos. También en algún momento vamos a tratar de volver a casa y es importante que seamos capaces de escuchar el llamado de nuestra «madre», para orientarnos en el camino de regreso. Por eso es importante practicar con disciplina, paciencia y concentración; para limpiar la mente y así poder establecer una conexión con el Universo.
……………………………………………….
Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 20 de noviembre de 2010