Ser «tonto» o ser «vivo»

Abr 16th, 2011 | By | Category: Charlas con el Maestro

-¿Para qué sirve hacer tan lien? -preguntó el Maestro.- Sirve para muchas cosas, pero en cualquier caso en indispensable hacerlo con bien concentrados. Veo alumnos que parecen distraídos cuando hacen tan lien.

-Por un lado, la mente debe estar atenta a que el movimiento externo sea correcto en cada detalle. Por el otro, la mente también debe concentrarse en las sensaciones internas. ¿Qué ocurre con la cadera, con el torso y con las extremidades cuando hago esta técnica? ¿Cómo se alinean los huesos en cada etapa de la técnica? ¿Hago la técnica de manera rígida o elástica? ¿Se corta o tiene continuidad? Hay que estar concentrados en todos estos factores.

-La primera parte de la forma de taichi chuan tiene 14 técnicas. Si dedican una semana a hacer tan lien de una sóla técnica, en 14 semanas habrán avanzado bastante en el conocimiento de la primera parte. La base de todo nuestro sistema está en la primera parte de la forma de taichi chuan. No importa saber la forma completa, ni pakua chang, ni hsing-i chuan. La esencia de todo eso está condensada en la primera parte.

-Al practicar taichi chuan y en la vida cotidiana también, tenemos que buscar una posición estable y bien arraigada. Piensen en un triángulo apoyado sobre su base. El triángulo es la estructura más estable; fuerte abajo y liviano arriba. Con una base amplia y firme tendrán equilibrio y nada podrá derribarlos.

-¿Cómo se da cuenta uno de que está avanzando en la práctica? Cuando aparece el placer. Cuando se empieza a descubrir el sabor oculto del taichi chuan. Cuando el tiempo de práctica pasa sin que nos demos cuenta.

-Al practicar con total concentración, poniendo la mente en cada pequeño detalle se va descubriendo el sabor profundo del taichi chuan. Se empieza a sentir el placer de la práctica.

-Con las comidas ocurre lo mismo. La mayoría de la gente está acostumbrada a usar muchos condimentos. Creen que así la comida tendrá más sabor. Pero no se dan cuenta de que en realidad están tapando el auténtico sabor de los alimentos. Con el tiempo, el paladar se acostumbra a esos condimentos y se hace necesario aumentar la dosis para sentir algo de «sabor». Si en cambio, a mi comida le pongo sólo un poco de sal y aceite y la mastico lentamente, podré descubrir sus verdaderos sabores.

-En la forma de taichi chuan podemos aplicar el mismo criterio. Podemos ir en busca de nuevos movimientos y formas diferentes. O podemos saborearla lentamente y sin apuro hasta descubrir sus múltiples y deliciosos sabores.

-Kuo Yun Shen, el tío de mi maestro, durante años se dedicó a practicar una sóla técnica y así se convirtió en un luchador legendario. El profundo conocimiento de esa única técnica le permitió luego comprender todas las técnicas del hsing-i chuan. Por eso siempre les digo que hay que concentrarse en la unidad para poder comprender la diversidad. Es mejor dedicarse a dominar bien una sola técnica, que querer aprender mil técnicas más o menos.

-Maestro ¿cuántos años estudió usted con su maestro? -preguntó Luis.

-Yo estuve un año y tres meses asistiendo a la plaza donde mi maestro daba clase, solo a mirar, porque no tenía quién me presentara. Cuando finalmente un amigo me presentó, mi maestro dijo «Ah, usted es el muchacho que viene siempre a mirar la clase» y me aceptó como alumno. Fui un privilegiado, porque mi maestro me enseñó pakua chang de entrada. Los demás tenían que aprender primero taichi.

-Me explicó cómo era la caminata circular y me dijo que tenía que caminar mil pasos en un sentido y otros mil en sentido contrario. Yo me puse a caminar y al rato, el brazo levantado se empezó a dormir y luego lo sentí fresco y luego, caliente.

-Después de tres años de práctica mi maestro me puso a prueba. Le dijo a algunos de mis compañeros «Chao es tonto; no sirve para enseñar». Mis compañeros me contaron eso y yo me puse contento porque me di cuenta de cuáles eran las intenciones de mi maestro. Por un lado, quería protegerme de la envidia de los demás. Por el otro, quería ver mi actitud ante la frustración y la adversidad. Entonces, en lugar de darme por vencido, me puse a practicar con más empeño y a los pocos días mi maestro me dijo: «Chao, si usted quiere, puede hacer la ceremonia de paizu». Así llegué a la ceremonia de discipulado y ni se me ocurrió llevar cámara de fotos para registrar el momento. Las fotos que tengo del paizu son copia de las que sacó un compañero que hizo la ceremonia conmigo. Yo no pensaba en tener fotos para mostrar a los demás ni el ponerme a enseñar. Yo era «tonto», y por eso mi maestro confiaba en mí. No le gustaban los tipos «vivos». Si mi maestro me decía que había que caminar mil pasos, yo me ponía a caminar como «tonto», sin preguntar para qué y sin esperar ninguna recompensa.

-Es así. Si uno no sabe controlar la codicia y siempre quiere sacar ventaja y ser «vivo», nunca recibe nada valioso. Si en cambio, uno no desea nada, lo recibe todo.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 16 de abril de 2011

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