Sobre el mantra
May 21st, 2011 | By Editor | Category: Charlas con el Maestro-¿Quién sabe cantar ? -preguntó el Maestro. Todos lo señalamos a Francisco.
– Francisco ¿usted podrÃa recitar el mantra que decimos al principio de la clase? -pidió el Maestro y Francisco se puso a recitar. Luego de él, hicieron lo mismo Miguel y Gustavo.
-Recitamos el mantra por varios motivos. Desde lo interno, lo hacemos para aquietar la mente y concentrar la atención. Para atraer la buena energÃa hacia nosotros. Tenemos que recitar cada sonido de manera suave y sostenida. Hilvanando el final de un sonido con el siguiente. La vibración del sonido debe sentirse dentro nuestro y salir hacia afuera por la boca y desde el pecho, a través de las manos unidas. Les voy a mostrar cómo recitar el mantra.
-Las noches que no puedo dormir, me pongo a recitar el mantra y al rato me quedo dormida -dijo Angélica.
-Maestro ¿el mantra puede recitarse mentalmente? Por ejemplo, si estoy en la cola del banco -preguntó Sergio.
-SÃ, puede recitarlo mentalmente en silencio. Pero es importante haberlo recitado antes en voz alta y que el oÃdo y la mente se acostumbre a ese recitado sonoro. Luego será mucho más fácil reproducirlo mentalmente en silencio
-Recitar el mantra ayuda al que recita atrayendo la buena energÃa, pero para que eso ocurra hay que hacerlo con total concentración. Debemos sostener la concentración asà como sostenemos el sonido que sale por nuestra garganta. La concentración sostenida es como un escudo que impide la entrada de la mala energÃa. Si la concentración no es perfecta se produce una brecha en el escudo.
-La misma concentración es necesaria para realizar los 20 ejercicios y el tan lien. No alcanza con estar concentrados en todos los detalles cuando hacemos la forma de taichi chuan. Los 20 ejercicios también tienen detalles pequeños que exigen concentración.
-La mente debe estar atenta a cada parte del cuerpo a ver qué se siente; a ver si se está haciendo bien el ejercicio. Si ven que están haciendo algo diferente a lo que hace el Maestro, fijense bien y si no descubren qué es lo que está mal, pregunten. Por eso es importante que cada clase cambien de ubicación, asà yo puedo verlos a todos. Yo no puedo estar recorriendo toda la clase buscando los puntos flojos de cada uno. No soy yo el que tiene que cambiar; son los alumnos los que tienen que cambiar. No estarÃa haciendo un buen trabajo como maestro si ustedes pensaran «no importa si hago mal las cosas; cuando el Maestro venga, me va a corregir». Tienen que aprender a corregirse a ustedes mismos en función de lo que yo les muestro y les digo y, si todavÃa tienen dudas, tienen que preguntar.
Hacia el final de la clase, Gustavo compartió fotos de su último viaje a Taiwan y se mostró admirado por lo ordenado que era el tránsito. Allá fue muy bien recibido y todos lo trataron con cariño y buena voluntad.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 21 de mayo de 2011