CaligrafÃa
Oct 8th, 2011 | By Editor | Category: Charlas con el MaestroSemanas atrás Angélica pidió al Maestro si podÃa traer el mantra que recitamos en la clase escrito en chino. En la clase de hoy el Maestro trajo copias del mantra para entregar a todos los presentes. Primero explicó en detalle cómo se escribe cada uno de los ideogramas, dibujándolos en el piso. Luego dijo:
-Este mantra se puede usar para recitar pero también para practicar con el pincel, con mucha concentración, trazo a trazo, muy lentamente, sin apuro. Pueden escribirlo cien veces por dÃa. Pero al principio es mejor usar papel que no sirva, por ejemplo, el papel de un volante que tiene el reverso en blanco, o papel de diario o el papel de algún envoltorio. Sólo cuando sean expertos pueden usar papel del bueno.
-Este mantra tienen que recitarlo en todo momento, no sólo cuando están meditando; cuando van en el auto o en el transporte público, cuando caminan por la calle o en la cola del mercado. Este papel con el mantra que les acabo de entregar es para que practiquen caligrafÃa. En el futuro, después de haber practicado, pueden pegarlo en la pared. No lo tiren a la basura ni lo dejen abandonado en cualquier lugar. Hay que tratarlo con respeto. Por eso, el mantra protege a la persona que lo cultiva y lo respeta. El mantra ayuda a generar buena energÃa y repele la mala energÃa para que no entre.
-El mantra hay que recitarlo todo el tiempo, porque de lo contrario, cuando uno lo necesite, no le va a salir. Si uno no entrenó cotidianamente, cuando esté con nervios, miedo o angustia, no le va a salir, como si se hubiera olvidado de todo.
-A mà me pasó algo que tiene que ver con esto -dijo Angélica. -Eran las ocho y media de la noche y yo caminaba por la calle rumbo a mi casa. Faltaban dos cuadras para llegar y vi dos muchachos de mal aspecto en una zona oscura de la calle. Yo estaba segura de que me estaban esperando y entonces me puse a recitar el mantra mientras caminaba. A pocos pasos de ellos, de pronto apareció un auto que encendió las luces y los muchachos se fueron inmediatamente.
-Hace tiempo en Taiwan, una chica asistió a la charla de un monje en un lugar bastante apartado -dijo el Maestro. -Al terminar el evento, la chica se fue caminando y a las pocas cuadras advirtió que detrás suyo iban dos muchachos con malas intenciones. La chica sentió miedo y no sabÃa a quién recurrir porque el lugar era un gran descampado sin casas ni comercios. Entonces, empezó a recitar el mantra y al llegar a una esquina apareció ante ella un taxi. La chica subió y pidió al chofer que siga derecho hasta una zona con más gente. Ahà pagó el viaje y se bajó. Luego de caminar unos pasos miró hacia atrás y el taxi habÃa desaparecido.
-Buda y los bodhitsavas dan a la gente lo que la gente necesita en cada momento. Por eso hay que recitar el mantra todo el tiempo para no olvidarlo. Esto tiene dos efectos. Por un lado, protegemos nuestra mente para que no entre cualquier pensamiento. Por otro lado, hacemos que nuestra mente esté más cerca de la luz del Buda, los bodhitsavas o los santos. Eso nos mantiene apartados de la gente con energÃa negativa.
-Siempre les digo que hay que aprovechar esta vida para practicar al máximo y lograr un nivel alto. El alma necesita estar dentro de un cuerpo para poder realizar su práctica. En el cielo donde van las almas que alcanzaron un alto nivel no hay cuerpo y por lo tanto, no se puede avanzar en la práctica. En este mundo, en esta vida es donde podemos progresar y alcanzar niveles cada vez más altos a través de la buena práctica. Si en esta vida no sabemos usar bien este cuerpo humano que nos tocó, en la próxima seguramente caeremos a un nivel más bajo; tal vez nos toque ser animal o insecto o vegetal.
-A diferencia de los animales o los vegetales, los humanos somos capaces de estudiar, de aprender unos de otros; podemos cambiar. Por eso, lo mejor es aprovechar este cuerpo con todas sus capacidades para practicar con fuerza para alcanzar cada vez niveles más altos. Dibujar el mantra es una forma más de práctica. Para aprovechar al máximo el papel, pueden empezar dibujando con lápiz; luego vuelven a dibujar encima pero con birome; luego vuelven a hacerlo con tinta y pincel. De esta manera, un mismo papel les sirve para practicar tres veces. Recuerden que hay que usar papel que no sirva; el de alguna publicidad o el papel de diario. Al hacer esto están reciclando el papel y están haciendo mérito porque no están derrochando recursos. La buena práctica debe ser en todas las áreas. No sirve que uno haga meditación o taichi chuan por un lado y que por el otro derroche recursos valiosos.
-Recuerden que caer es mucho más fácil que elevarse. Basta con un pequeño descuido y nos caemos fácilmente. En cambio, subir exige mucha más fuerza; hay que luchar para ir hacia arriba. Nosotros practicamos para tener fuerza. Esa fuerza evita que caigamos y además nos permite ir hacia arriba. No se crean que por practicar un poco ya son buenos. Me encuentro con mucha gente que dice «yo soy buena persona». ¿Cómo saben que son buenos? No es tan fácil llegar a ser «bueno». Para ser bueno no hay lÃmite.
-Si ustedes se ponen a copiar estos ideogramas lentamente, con mucha concentración, van a estar aprendiendo la paciencia china. A veces me encuentro con pacientes que escriben sus datos con una letra ilegible. Hay que escribir bien, no importa el idioma. No tiene sentido decir «mi letra es asû. La letra es para comunicarse con el otro y hay que escribir de manera que el otro pueda entender. Escribir bien es también parte de la buena práctica. Se practica todo tiempo. Fijamos un horario para aprender, pero el resto del dÃa es para practicar; las 24 horas.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 8 de octubre de 2011
Hola a todos: quiero contarles brevemente que el dÃa que me operaron, me internaron en una habitación a las 10 hs. y mientras esperaba que me trasladaran a la sala de operación, cosa q ocurrió a las 13 hs.,practiqué respiración. A pesar de eso, cuando vinieron los camilleros me puse ansioso. Esperé uno momentos antes de que me ingresaran a la sala. HacÃa mucho frÃo en el pasillo. En realidad, en operaciones no hay calefacción, supongo que por motivos médicos. Luego me ingresaron a la sala y antes de ponerme el cateter en la vena, me dieron anestesia local en la columna. Sentado en la camilla doblado hacia adelante, me dijeron que me relajara y en ese momento con la respiración pude lograrlo. Como me operaron del tendón de aquiles derecho, boca abajo y con anestesia local escuchaba todo. Me taparon la cabeza con una sábana y como me parecÃa que me faltaba el aire, practiqué respiración y la forma hasta donde pude llegar en el aprendizaje. En un momento,no sé cuánto tiempo pasó, estimo que hora y media, el cirujano me puso la mano en el hombro y me dijo «ya está Miguel». Le agradecà y se fue.