Después de más de un mes de ausencia el Maestro volvió a la plaza y todos lo recibimos con un aplauso, además del saludo tradicional. Nos contó detalles de su viaje a Taiwan, del casamiento de su hija mayor y de lo bien que está su padre de 95 años, que se mantiene sano y activo.
Aprovechamos para hacerle todas las preguntas técnicas que se fueron acumulando durante su ausencia y después de una paciente y detallada explicación dijo:

-En este viaje a Taiwan me pasó algo raro que también me había ocurrido en mi anterior viaje hace pocos años. En aquel entonces mi hija LiKeng nos había invitado a subir una montaña desde la que se puede ver un hermoso paisaje. Al llegar arriba descubrimos que había una densa niebla que impedía admirar el paisaje. Mucha gente estaba allí como nosotros con la intención de sacar fotos. Después de una hora la niebla persistía y la gente empezó a irse sin poder sacar fotos. Mi hija sugirió emprender el camino de regreso pero yo le propuse quedarnos y empezar a hacer el primer ejercicio de chi kong. A los pocos minutos la niebla se disipó y apareció ante nosotros en paisaje con toda su belleza. Pudimos sacar unas fotos y al rato la niebla volvió a cubrir todo. Esto ocurrió hace dos años.

-Esta vez estaba yo en el noveno piso de un edificio de Hua Lien charlando con una persona. De pronto se escuchan ruidos muy fuertes y todo empieza a vibrar. La gente empieza a correr gritando «es un terremoto». Entonces yo me paré firme tratando de prolongar mi enraizamiento hasta la base del edificio y en ese instante se detuvo la vibración y todo volvió a la normalidad.

-Es su alto nivel de chi kong, Maestro -dijo Gustavo.

-No -dijo el Maestro, -yo no puedo decir que esto lo hice yo. Creo que fueron dos simples casualidades.

-Durante este viaje a Taiwan también tuve oportunidad de mostrar mi taichi chuan. A mucha gente le llama la atención nuestra manera de juntar las rodillas en el comienzo de la forma. Están acostumbrados a una posición de jinete con las rodillas separadas. Hay que explicarles todo el trabajo interno que hay detrás de nuestra postura y ahí entienden. De estas cosas hablaba con mi yerno, que no practica artes marciales, pero sí leyó muchos libros sobre el tema.

-Esto nos ayuda a entender que una cosa son los libros y otra muy diferente es el conocimiento que se adquiere a través de la práctica. De poco sirve leer cien o mil libros si no se practica a fondo con disciplina, paciencia y concentración.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 11 de febrero de 2012