El pequeño Dios

Mar 10th, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

-¿Ustedes sienten algo cuando realizan los movimientos de la forma de taichi chuan o cuando hacen tan lien? -preguntó el Maestro.

-Cuando lo hago bien siento mucho placer. Eso sí, no siempre me sale bien, pero cuando lo logro, me siento en un estado general de placer  -dijo María.

-Si siente placer ¿porque no lo hace todo bien?

-Es que a veces pierdo la concentración. Estoy al principio concentrada pero al rato pasa algo y me pierdo.

-Cuando hacía tan lien, durante un segundo me distraje y cambié la posición del pie de atrás y la técnica me salió sin fuerza y sin equilibrio. Todo eso por haber perdido la concentración durante un instante -dijo Gustavo.

-Y eso que estamos haciendo taichi chuan. Si estuviéramos haciendo pakua chang haría falta más concentración porque el equilibrio está puesto a prueba contínuamente. En pakua chang, una pequeña distracción y te caés -dijo el Maestro.

-¿Por qué insisto tanto en que ustedes respeten los pequeños detalles de cada movimiento? Porque hacerlo ayuda a que cada uno fortalezca su espíritu. Ojalá que ustedes más adelante estén preparados para enseñar a otros el camino del cultivo espiritual. Pero el entrenamiento del espíritu tiene que empezar por el entrenamiento del cuerpo. Si uno no practica en profundidad con su cuerpo nunca lo conocerá a fondo. Y si uno no conoce su cuerpo ¿cómo va a poder integrarlo al alma para liberar el espíritu?

-Maestro a veces durante la práctica siento una explosión de calor que sube por mi cuerpo -dijo Rocío.

-Para situaciones como esa, al terminar hacemos  el movimiento de cierre en el que guardamos la energía en el tan tien. Durante la práctica la energía se moviliza y se potencia. Eso es bueno, pero al terminar no hay que dejar la energía dando vuelta por ahí, especialmente en el pecho o la cabeza. Lo mejor y más seguro es recoger toda la energía y volver a guardarla en el tan tien al terminar la práctica.

-¿Cómo hay que poner la lengua? -preguntó Rocío.

-La punta de la lengua se apoya en la encía, justo donde nacen los incicivos centrales. El cuerpo de la lengua se apoya sobre el techo del paladar. De esa manera se comunican el vaso gobernador con el vaso concepción y la energía circula normalmente.
-Por eso siempre digo: si no conocemos el pequeño universo de nuestro cuerpo ¿cómo vamos a conocer el universo exterior que nos rodea? Y por cierto, llegar a conocer y a controlar nuestro propio cuerpo es bastante complicado. Aprender una correcta alineación ósea, aprender a que todas las partes funcionen como una unidad, lograr que la mente controle cada parte del cuerpo, todo eso lleva mucho tiempo. Por eso es importante que al practicar la mente esté presente en cada detalle, que la mirada acompañe el movimiento, que todo el cuerpo se mueva unido.

-Ojalá que mi enseñanza llegue a ustedes para que algún día ustedes puedan enseñarle a la gente y así ayudar a mejorar la sociedad y construir un mundo mejor. Siempre hablamos de la importancia de cuidar el medio ambiente. Si uno no sabe cómo cuidar su propio mundo interno no será capaz de cuidar el mundo exterior. Si uno conoce en profundidad la Naturaleza que hay dentro de uno, sabrá cuidar la Naturaleza del planeta. Creer que uno está separado del mundo es un pensamiento equivocado. Mucha gente no cuida el mundo que lo rodea porque piensa que puede vivir sin problemas en un mundo que se derrumba. Se cree que la Naturaleza está únicamente para ser usada en el propio beneficio

-Dios creó el Universo y todo lo natural. Esa fue la primera creación. Nosotros los seres humanos somos parte de esa creación y también creamos cosas a partir de los elementos de la Naturaleza. Pero cada uno de nosotros somos originalmente una partícula de esa primera creación. Lo olvidamos y actuamos como si fuéramos seres independientes y superiores a la Naturaleza. Es importante saber que somos parte de Dios y que cuando termine nuestra estadía aquí, si desarrollamos una buena práctica, si hicimos algo por mejorar el mundo, si ayudamos a los demás a fortalecer su espíritu, vamos a regresar a Dios. Todos nosotros tenemos dentro un fragmento de Dios; lo que se llama «el pequeño Dios».

-Muchas veces el Maestro repite los mismos conceptos y eso es parte de su enseñanza -dijo Gustavo. -Hace tiempo yo le escuché decir una cosa y entendí algo. Años después volví a escucharle decir lo mismo y entendí algo más. Por eso es importante que el Maestro repita las cosas varias veces.

-Muchas veces tuve acceso a libros que otras personas consideraban poco interesantes pero que, al leerlos con atención, me resultaron inspiradores -dijo el Maestro. -Todo depende de la mente con que uno encara el objeto de estudio. Si uno enfrenta el libro con la idea de «acá no voy a encontrar nada interesante» es seguro que no va a encontrar nada interesante.

-¿Con qué actitud mental enfrento a alguien que me marca un error o me critica o tiene palabras duras hacia mí? Puedo enojarme y pensar «esta persona no hace más que marcar mis errores. No me valora y sólo me critica. Qué bronca que me da». Por el contrario, puedo pensar «al criticarme, esta persona me está ayudando a limpiar mi karma. Me siento aliviado; gracias por quitarme ese peso». Todo depende de la posición mental en la que uno se ubica.

-Entonces, necesitamos que usted nos rete más seguido, Maestro -dijo Gustavo.

-Si la situación es demasiado relajada no se puede aprender mucho. Si no hay normas, preceptos, límites que respetar, es muy difícil avanzar en la práctica física, mental y espiritual. Si no hay normas, si cada uno puede hacer lo que quiera, es imposible saber qué es lo correcto y lo incorrecto. Las leyes están para proteger a la gente, pero a su vez, la gente tiene que obedecer las leyes. El respetar los límites implica un sufrimiento y eso fortalece el espíritu y limpia el karma.

-Maestro ¿cómo se puede ayudar a la gente que tiene mucho miedo a la muerte? -preguntó Angélica.

-Se le puede enseñar a recitar el mantra «nan mo a mi tuo foo». Eso ayuda a aquietar la mente y aleja la mala energía. Si la persona no desarrolla durante su vida una práctica espiritual, si no practica en profundidad para aliviar la carga karmática, al llegar el momento de la partida va a sentir mucho miedo.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 10 de marzo de 2012

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