¿Se puede torcer el destino?

Jun 16th, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Cuando caminamos dando pasos largos hay que tratar de dar pasos bien largos -dijo el Maestro. -Es mejor que correr y ayuda a estirar los tendones de las piernas y la cadera. También ayuda a los genitales, al riñón y la columna. Si vamos por la calle también podemos caminar dando pasos largos. Eso sí, hay que fijarse que el piso no esté resbaloso. Caminar así todos los días 1000 pasos también ayuda a adelgazar. En tiempo serían unos 10 o 12 minutos.

-El otro día iba por la calle y vi la siguiente escena: un perro corría ladrando furioso detrás de una motocicleta. Al cruzar la bocacalle el perro no advirtió que venía un colectivo que terminó pisándolo. Después de ver esto me preguntaba cuál sería el karma de ese pobre perro para terminar así.

-A veces, como ese perro, nos dejamos llevar por el enojo y hacemos cosas que luego terminan mal. Por eso es tan importante estar atentos todo el tiempo a lo que estamos pensando; estar atentos a lo que ocupa nuestra mente. Sobre todo hay que tratar de evitar el enojo.

-Había un muchacho taiwanés que vivía en Martinez que era un experto nadador. Un día le apareció en la frente una mancha oscura sin causa aparente. Sus familiares interpretaron esto como una señal de que algo podía ocurrirle y le recomendaron que no saliera de su casa por unos días. En la casa de al lado vivía su hermana, que tenía una pileta de natación. Después de estar varios dían encerrado en su casa, el muchacho pensó que no habría problema si iba a lo de su hermana a nadar. Hizo eso y cuando estaba en el agua sufrió algún tipo de calambre y se ahogó. A veces el karma es tan fuerte que es difícil impedir que ocurran ciertas cosas por más medidas preventivas que se tomen.

-Todos nosotros tenemos un karma. Algunos tienen un karma más fuerte, otros tienen uno más débil. Por eso es importante realizar tareas que ayuden a los demás, porque eso ayuda a aliviar la carga karmática. Todos los días hay que ocupar la mente en pensar cómo se puede ayudar a otros.

-Un muchacho de la Fundación Tzu Chi había perdido la vista en un ojo. Andaba siempre en moto y un día tuvo un accidente en el que sufrió severos golpes. Al enterarse, la gente pensó «qué mala suerte la de este chico que hace tanto trabajo voluntario y ayuda a los demás, pero termina internado en el hospital». Lo cierto es que debido a los golpes sufridos durante el accidente, el muchacho recuperó la vista en su ojo enfermo.

-¿Es cierto que al momento de nacer queda también definido el día de la muerte de la persona? -preguntó Rosamaría.

-Cuando uno nace, según lo que haya hecho en vidas anteriores, se define también el día de la muerte. Si la persona en su vida actual no hiciera nada, ese plazo se cumpliría inexorablemente. Pero en la vida real las personas hacen cosas buenas y malas que pueden modificar ese destino marcado en el momento del nacimiento. Todo depende de la fuerza de ese karma que uno arrastra de vidas anteriores y de lo que uno haga en la vida presente. Si traigo una carga muy pesada deberé hacer muy buenas acciones para torcer mi destino.

-Para ilustrar esto imaginemos que somos jardineros y queremos enderezar un árbol que está creciendo torcido. Tendríamos que aplicar una fuerza necesaria para corregir la desviación, pero además tendríamos que sostener esa fuerza de manera constante durante mucho tiempo. Con el karma pasa lo mismo; hace falta un trabajo constante y sostenido para lograr cambios. Pero ese trabajo es sobre uno mismo.

-El otro día vino a verme un muchacho que tenía problemas en su relación con otra persona que lo trataba muy mal. Le sugerí que recite «A mi tuo foo» con total concentración y él me preguntó si de esa manera iba a lograr que el otro cambie y sea más amable. Entonces le dije que el mantra es para uno; es para cambiar uno, no para que cambie el otro. El mantra no sirve para calmar al otro sino para aquietar la propia mente y así poder comprender, pensar y actuar con más claridad. Si aquieto mi mente puedo disolver el enojo y pensar y responder con calma y con un tono de voz adecuado. De esa manera puedo modificar una relación conflictiva.

-Si uno piensa «voy a recitar el mantra y así todos los que me rodean empezarán a portarse bien» se estará equivocando. Las cosas no son tan fáciles en este mundo.

-También le dije que además de recitar el mantra tenía que practicar; que no debía enfocarse únicamente en disfrutar. Hace muchos años hubo un emperador que llegó al poder en medio de una situación caótica. Luego de poner en orden todos los asuntos del imperio, dio un paso al costado para que otro lo reemplace y así poder dedicarse a la práctica espiritual. Trabajó duro cuando la situación era crítica pero en lugar de quedarse a disfrutar de las ventajas del poder, se retiró para cultivar su espíritu. Muy pocos son capaces de actuar así. El Gral. San Martín hizo algo parecido. Luchó por liberar al continente y cuando el objetivo estaba garantizado se retiró sin exigir recompensa, sin aprovecharse del poder en su propio beneficio. Actuó movido por su corazón y su Gran Amor.

-Hay casos de gente muy enferma a los que la muerte les llega como un alivio. En cambio, hay gente en la plenitud de la vida a los que Dios se los lleva y nadie entiende bien por qué  – dijo una alumna.

-No es que Dios «se los lleva». Si uno tiene miedo a morir es señal de que no está bien preparado, es señal de que no está conectado con Dios. Si la persona está en armonía con Dios, no hay sufrimiento en el momento de partir, sino alegría. Por eso es tan importante la práctica espiritual. Esa práctica es el alimento del espíritu. Cuando el espíritu está bien alimentado uno se siente satisfecho consigo mismo y no necesita nada más. Cuando hay vacío espiritual se siente miedo, sobre todo miedo a morir.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 16 de junio de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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