Teoría, filosofía y psicología

Jun 23rd, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

-Mañana domingo vamos a distribuir ropa, abrigo y alimento entre personas necesitadas de Quilmes -dijo el Maestro. -Salimos a las 8 de la mañana desde Arribeños 2275 en un micro. Avisé con poca anticipación porque, debido a la huelga de camioneros, no sabía si íbamos a tener combustible para el transporte. Pero la huelga se levantó, así que vamos a aprovechar este domingo para entregar la ayuda, antes de que llegue la parte más fría del invierno.

-¿Puedo ir con mi hijo de 11 años? -preguntó Luis.

-Sí, claro. Si es mayor de 7 años ya puede acompañar a los padres en estas tareas. Además, a los chicos les hace bien vivir estas experiencias. Al ver cómo hay otros que viven carencias que él no tiene, el niño aprende a valorar lo que tiene, aprende a ser agradecido, a respetar a sus padres, a cuidar más y a no derrochar las cosas que tiene.

-Esta actividad es diferente a la que hicimos el otro domingo, seleccionando y embolsando la ropa y el abrigo. Al estar en contacto con el que va a recibir la ayuda se sienten otras cosas; es más emotivo. Se ve cómo se comportan los demás al dar y al recibir ayuda. Algunos se muestran soberbios; otros se muestran agradecidos. Es una experiencia muy buena y se aprende mucho.

-Cuando hoy llegué a la plaza les hablé a los que estaban haciendo tui shou sobre las «Seis palabras» ¿Las recuerdan? -preguntó el Maestro.

-Disciplina, paciencia y concentración. Teoría, filosofía y psicología -dije yo.

-Así es. La mayoría de la gente entiende las palabras y las ideas, pero cuando llega el momento de llevar las palabras a la acción, las cosas se complican. A veces se entienden las palabras en general, pero no se entiende cuándo ni cómo usarlas. En nuestra práctica tratamos de unir las palabras con los actos; tratamos de que lo que decimos se refleje en lo que hacemos. ¿Qué sentimos cuando vemos a alguien que dice una cosa, pero hace otra cosa completamente distinta? Nos provoca desconfianza. Por eso es importante practicar de manera completa.

-La base de la práctica está en las primeras tres palabras: disciplina, paciencia y concentración. Sin estos tres atributos no se puede construir una práctica seria. Pero si uno quiere profundizar también tiene que entender la teoría, la filosofía y la psicología.

-La teoría nos muestra la manera correcta de hacer las cosas para que salgan bien. Nos explica cómo se genera la fuerza, cómo se debe alinear la estructura ósea, cuál es el ángulo correcto para aplicar la fuerza, etc. La filosofía le da sentido a la teoría. El arte marcial sin filosofía es sólo un deporte de combate sin alma. La filosofía nos enseña el respeto hacia el maestro y la compasión hacia todos los seres. Nos enseña que el propósito de la práctica es aprender a luchar contra las propias limitaciones y ayudar a los más débiles. La psicología, por último, nos enseña cómo tenemos que dirigirnos al otro para que pueda comprender y aceptar lo que queremos comunicarle. Si en mi trabajo tengo empleados a mi cargo y pretendo que cumplan una tarea tendré que hablarles de una manera especial para motivarlos y que hagan lo suyo de buena gana. Si uso palabras duras y amenazas puedo hacer que trabajen, pero lo harán sin ganas, de mala manera y el clima será negativo. Lograr estimular a la gente a hacer cosas buenas tiene mucho mérito. Y la clave para lograrlo está en las palabras que uno elige y la manera en que uno habla.

-Se puede ayudar al prójimo con cosas materiales, comida, ropa, abrigo y sin embargo, a pesar de la ayuda, el que recibe siguirá siendo el mismo de siempre. Esa es una forma muy pobre de ayudar. Por otro lado, si uno quiere llevar a la gente necesitada un mensaje positivo y de transformación ¿qué va a escuchar el otro si tiene hambre y frío? Por eso, primero hay que ayudar a cubrir las necesidades más urgentes y después tratar de llegar con palabras estimulantes que ayuden al otro a mejorar y elevarse.

-Por eso el trabajo voluntario es tan valioso. El que da ayuda, al entrar en contacto con los más necesitados, toma conciencia de la situación en que se encuentra y se siente agradecido. De esta manera, el que da, también recibe y todos se benefician. Además, al hacerlo en grupo, es más estimulante. El trabajo voluntario en soledad es muy limitado y puede llegar a ser decepcionante. En cambio, al trabajar en equipo, la tarea es más fácil y ver trabajar a los demás es un estímulo para que uno se esfuerce en mejorar.
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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 23 de junio de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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