-¿Recuerdan de qué hablamos la clase pasada? -preguntó el Maestro.

-Usted dijo que la mejor inversión era la práctica espiritual -respondió Eugenio.

-También dijo que había que realizar la práctica sin hacer cálculos de costos y beneficios; que había que ocuparse de sembrar sin pensar en la cosecha -agregué yo.

-Así es ¿y cuál es la mejor manera de invertir en el espíritu? Mañana, domingo 3, la Fundación de Caridad Budista Tzu Chi va a hacer trabajo voluntario preparando ropa donada que será repartida entre gente necesitada. Hacen falta voluntarios que ayuden a clasificar, doblar, embolsar y guardar en cajas toda la ropa que se va a repartir otro día. La cita es mañana domingo de 10 a 17 hs. en Arribeños 2275 (CABA). No es necesario quedarse trabajando de 10 a 17 hs. Cada uno colabora según sus posibilidades ¿Quiénes pueden ir? -preguntó el Maestro y varios levantamos la mano.

-Cuando hablamos sobre la práctica espiritual nos referimos a esto. Hacer taichi chuan es bueno, pero no es lo único. Hacer trabajo voluntario, donar tiempo, ejercer con hechos concretos la compasión hacia los más necesitados, es la manera más simple de empezar con la práctica espiritual. Decíamos la semana pasada que había que concentrarse en la siembra sin pensar en la cosecha y el trabajo voluntario es parte de la siembra. Se suele decir que esto es «cultivar el campo del corazón».

-La otra vez decíamos que la práctica espiritual no es encender sahumerios o ir a la iglesia los domingos. Leer libros sobre espiritualidad o hablar sobre espiritualidad es quedarnos en el plano de las ideas y las palabras. Hay que pasar de las palabras a los hechos. Esa es la única manera de hacer propia la práctica espiritual, poniendo el cuerpo y las manos en acción.

-Siempre decimos que hay que pensar de manera positiva. Con esto queremos decir que tenemos que ocupar la mente con ideas y pensamientos que nos nutran y nos den fuerza para seguir adelante y tratar de mejorar. Si ocupamos la mente con ideas que nos tiran para abajo, estaremos debilitándonos. El trabajo voluntario, con el corazón abierto a la misericordia, es una manera de llevar a la práctica el pensamiento positivo y a la vez, es una fuente inagotable de ideas positivas y vigorizantes. El que dedica parte de su tiempo a ayudar a los demás se siente mejor al terminar la tarea. Invertir en el espíritu es la mejor inversión; es mejor que ganar la lotería, porque la ganancia es mayor y no se agota. Las ganancias de la inversión en el espíritu es el único bien que se puede llevar a la siguiente vida. Es como una masa de pan a la que se le va agregando nuevos nutrientes; en cada vida se va haciendo más grande y rica.

-Los invito a todos a cultivar el campo del corazón este domingo 3 de junio, de 10 a 17 hs. en Arribeños 2275, ciudad de Buenos Aires. Cuantos más seamos, más rápido vamos a cumplir los objetivos. Los que quieran donar ropa también pueden traerla el domingo.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 2 de junio de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.