Cuidar el pensamiento, la palabra y los actos

Jul 21st, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

-El otro día estaba revisando mi diario personal –dijo el Maestro. –En 2009 fuimos a pasar unos días a San Pedro ¿Se acuerdan? Una mañana, cuando íbamos rumbo al parque a practicar, yo les dije que camináramos formando una fila de dos, con los varones adelante y las mujeres atrás. En aquel momento Angélica hizo una pregunta. ¿Recuerda? –preguntó el Maestro mirando a Angélica.

-Sí, le pregunté por qué los hombres tenían que ir adelante y nosotras atrás –dijo Angélica. –Y usted nos explicó que los varones iban adelante para proteger a las mujeres.

-¿Recuerdan cuál es la última de las Seis Palabras? –preguntó el Maestro.

-Psicología –dije yo.

-Hay que conocer la psicología humana para poder explicar las cosas de manera que el otro las entienda y acepte. En aquel momento, al explicar que los varones iban adelante para proteger a las mujeres, la consigna fue comprendida y aceptada por las mujeres que no estaban muy convencidas. Si yo hubiera dicho cualquier otra cosa, seguramente no habrían aceptado la consigna.

-Usted se refiere a la capacidad de persuasión –preguntó Mirta.

-Creo que el Maestro se refiere a cómo hay que actuar, hablar y argumentar, conociendo la psicología del interlocutor,  para que éste comprenda y acepte el concepto que queremos transmitir -dije yo.

-Por ejemplo –dijo el Maestro, -imaginemos que le pido algo a otro con palabras serenas, amabilidad y cortesía, pero el otro no responde o se niega. ¿Qué puedo hacer? Tendría que cambiar mi estrategia. Una opción es buscar los puntos débiles del otro y tratar de entrar por ahí.

-Estuve viendo que los ejercicios del comienzo de la clase están saliendo mejor, pero todavía cuesta. Muchas veces les dije que hay que observar la Naturaleza y aprender de ella. Si observan la Naturaleza verán que hay que luchar continuamente por mejorar. ¿Quién quiere estar peor? Creo que nadie. Creo que todos quieren estar mejor. Y para eso hay que luchar. Para estar peor no hace falta luchar; basta con dejarse estar y uno empieza a caer sin ningún esfuerzo. En cambio, para elevarnos, necesitamos hacer trabajo. Esa es una ley de la Naturaleza.

-Todos los días hay que luchar. Hay que cuidar el cuerpo y la mente. Es decir, estar atentos a lo que pensamos, a lo que decimos y a lo que hacemos. El otro día, durante el curso de Acupuntura, hablábamos sobre el efecto de nuestras palabras sobre los otros. A veces una broma o un chiste puede provocar mucho sufrimiento al que está al lado nuestro. Si una persona está deprimida será más sensible a las bromas y puede hundirse aún más en la depresión. Por eso, si uno va a hacer un chiste, antes tiene que ver cómo está el ánimo de los demás para no herir a nadie.

-Por eso es tan importante cuidar nuestras palabras. Lo que decimos puede hacer sentir peor a alguien que ya estaba mal o, por el contrario, puede dar consuelo y esperanzas. Nuestras palabras pueden ayudar a que el otro cambie su modo de ver las cosas. ¿Recuerdan aquel cuento de la señora que tenía dos hijas?

-Sí –dije yo. -Una estaba casada con un fabricante de paraguas y la otra con un fabricante de fideos. Cuando llovía, la madre sufría porque los fideos de una hija no iban a poder secarse. Cuando había sol, sufría porque la otra hija no vendía paraguas.

-La señora siempre está sufriendo. Cuando había sol, porque no llovía y cuando llovía, porque no había sol. Su mente funciona de una manera que sólo genera sufrimiento. ¿Cómo tendría que ser la actitud mental de esta señora para vivir en paz? –preguntó el Maestro.

-La aceptación –dijo Cristina.

-Cuando hay sol, agradecer el sol que permite que los fideos de una hija se sequen. Cuando llueve, agradecer la lluvia que permite que la otra hija venda muchos paraguas. De esta manera la señora estará todos los días contenta. Es importante comprender este cuento, porque hoy día mucha gente es infeliz porque pretende que todos los días llueva y haga sol al mismo tiempo. Cuando aparecen los problemas, los viven como una condena insoportable y le piden a Dios que los ayude. Pero cuando llega el momento de disfrutar y tomarse vacaciones, nadie invita a Dios. “Vení Dios, nos vamos de vacaciones a la montaña”. Por eso es importante agradecer todos los días. Hay que agradecer incluso las cosas malas que nos llegan. Porque los problemas y dificultades nos hacen más despiertos, más fuertes y más inteligentes.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 21 de julio de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

One comment
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  1. Por casualidad encontré este material. Soy practicante de tai chi desde 1990 y en Argentina aprendi con el
    Profesor Mariano Vargas, luego perdi contacto después del panamericano.
    Las enseñanzas del Maestro me hace pensar que además es maestro de TAO por su sabiduria tan
    preciosa. Gran felicidad para todos sus practicantes.
    Saludos cordiales
    Alejandro Carrasco

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