Esta semana fue el cumpleaños del Maestro. Entre todos los discípulos y alumnos hicimos un sobre rojo que le entregamos hoy junto con una tarjeta de felicitaciones realizada por Sara.

-Estuve por varios días en otra provincia –dijo el Maestro. -¿Cómo estuvo aquí el clima?

-Llovió mucho. En algunos lugares hubo inundaciones –respondieron varios.

-¿Y por qué no recitan el mantra? Si llueve poco no es necesario, pero cuando llueve demasiado en poco tiempo y hay riesgo de que ocurra una inundación es bueno ponerse a recitar el mantra. Cuanta más gente lo haga, más efectivo es. El santo de la lluvia escucha el ruego de mucha gente y hace que no llueva tanto. La lluvia es buena, pero cuando cae mucha agua de golpe es un problema.

-Cuando uno cumple años hay que aprovechar para mirar hacia atrás y hacer un balance. Es bueno preguntarse ¿aprendí algo en este último año? ¿Tengo más conocimiento? ¿Tengo un poco más de inteligencia que el año pasado? ¿Acumulé experiencia valiosa para transmitirle a la gente más joven? Cada cumpleaños hay que pensar en esto; no es sólo cuestión de comer torta y divertirse. Hablando de eso, la próxima semana voy a traer torta para compartir con ustedes. Ojalá que el pedazo de torta que coman el próximo sábado también sirva para que cada uno aprenda un poco más.

-¿En Taiwan también festejan los cumpleaños? –preguntó Cristina.

-Sí, se festeja con familiares y amigos, pero no tan tarde como acá. La fiesta empieza a las 18 hs y termina a las 21 hs. más o menos. Hay regalos y hay torta con velitas.

-Usted contó que el día del cumpleaños es también momento para agradecer a la madre –dijo Angélica.

-Si, entre los budistas hacemos así. Pero el agradecimiento a la madre se hace dependiendo de la gente presente en la reunión. Si predomina la gente que sólo piensa en divertirse, comer y beber, es probable que no se toque el tema. Hay gente que dice:  “no, ¿para qué hablar sobre el sufrimiento de la madre que nos trajo al mundo? Eso es muy triste. Lo lindo es la alegría, disfrutar y comer cosas ricas”. Ese ambiente no es muy receptivo a las muestras de agradecimiento a la madre.

-El cumpleaños es también un buen momento para expresar deseos y hacer introspección y balance del último año. Mi deseo es que todos mis alumnos avancen más, que aprendan más profundo, poniendo atención en los detalles pequeños y que desarrollen su inteligencia, para que en el futuro puedan enseñarle a mucha gente más. Ese es mi deseo.

-¿Cuántos años cumplió, Maestro? –preguntó Angélica.

-No me acuerdo -dijo el Maestro entre risas.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 25 de agosto de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.