Ay, mamá

Sep 2nd, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

-La semana pasada hablaba sobre el cumpleaños –dijo el Maestro. –Creo que todos los días hay que hacer como si fuera cumpleaños, pero no para recibir regalos y comer torta, sino para hacer introspección y ver qué cosas aprendí, qué experiencia adquirí; ver si pude cumplir con los objetivos que me había propuesto.

-También, al igual que en el cumpleaños, hay que acordarse de la madre. Una alumna dio a luz hace pocos días y contó que durante el trabajo de parto sufrió mucho, durante varias horas. Todos nosotros nacimos, pero no todos conocemos cómo es el sufrimiento de la madre durante el parto. Las mujeres lo descubren únicamente cuando les llega el momento de ser madres.

-Por eso, es bueno agradecer a la madre y hacer cosas para ayudarla y que se sienta mejor. Porque la madre no sólo nos tuvo dentro de su cuerpo y nos dio a luz, también se preocupa por que crezcamos sanos, tengamos educación y nos vaya bien en el trabajo. La madre se preocupa por nuestro futuro, por que podamos formar una familia y si tenemos hijos, ella nos ayuda a cuidarlos para que podamos trabajar tranquilos. Por eso tenemos que agradecer a la madre y no olvidarla.

-Tuve una paciente de 80 años que durante el tratamiento de acupuntura sintió dolor y gritó muy fuerte “ay, mamá”. A pesar de su avanzada edad, en el momento de dolor,  llamaba a su mamá. En los momentos difíciles la gente se acuerda de Dios y de la mamá. Ahora vamos a practicar y después comemos la torta que les prometí la semana pasada.

-¿Y no habría que recordar también al padre? –preguntó Rocío.

-Sí, también. En Taiwan desde la escuela se enseña a los chicos a respetar al padre. En los libros escolares se enseña que el papá sale temprano a la mañana a trabajar para sostener a la familia y que por eso llega tarde a la noche. Lo que pasa es que el padre tiene menos contacto con el hijo. Además de que está menos tiempo en casa, el padre en general es el encargado de poner límites y disciplina. Eso hace que el chico sienta más afinidad con la mamá que es más cálida.

-La madre está más unida al hijo desde la gestación y ese vínculo continúa aún después del nacimiento. En la Fundación Tzu Chi hicimos un juego muy lindo en el que los hijos con los ojos vendados tienen que encontrar a sus madres. Eran 15 madres puestas en fila y no podían decir nada. Los hijos con los ojos vendados tenían que buscar a su madre guiándose únicamente por el tacto y el olfato. Lo sorprendente es que todos los chicos encontraron a su mamá. Eso muestra que la conexión entre madre e hijo es muy poderosa.

-En mi trabajo muchas veces tuve que asistir a personas que estaban por morir –dijo Liliana. –Al entrar en el estado de inconciencia todos buscan a la madre.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 1º de setiembre de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.


One comment
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  1. Buenísimas las fotos!!! Qué lindo momento.

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