Toda enfermedad entra por la boca

Sep 16th, 2012 | By | Category: Charlas con el Maestro

Durante esta semana nos llegó la noticia de que dos compañeras de práctica, Liliana y María, están atravesando un momento familiar difícil. Ambas tienen seres queridos con problemas de salud. El Maestro dijo:

-Ahora vamos a recitar el mantra “nan mo kuan su yin pu sa” pensando en el papá de Liliana, con el deseo de que, si es posible, recupere su salud y si no, que pueda encontrar su camino hacia un lugar mejor.

Todos recitamos el mantra siete veces. Luego volvimos a recitarlo otras siete veces pensando en Antonio, el esposo de María, con el deseo de que recupere su salud.

-Ustedes tienen suerte de venir acá a practicar –dijo el Maestro. –No hay que esperar a caer enfermo para empezar a practicar. Cuando uno está enfermo y se le ocurre empezar a practicar, ya es tarde; el cuerpo está débil y si logra practicar, el avance será lento. En cambio, cuando uno está sano y practica, se fortalece. Si se enferma, la práctica ayuda a que se recupere.

-Yo una vez estaba con un fuerte dolor de estómago y me puse a hacer la forma y el dolor desapareció –dijo Cristina.

-Si, pero esto que le pasó a usted es un malestar, no es una enfermedad grave. Además, usted ya tiene algunos años de práctica y ya aprendió algo. Lo que yo digo es que si uno no practicó nunca estando sano, cuando se enferme será muy tarde para empezar a practicar. Hay que estar preparado desde antes.

-En China había un señor al que le diagnosticaron cáncer de estómago. La enfermedad estaba muy avanzada y la médicos le daban apenas 3 meses de vida. Este señor había practicado chi kong en su juventud y ya que la ciencia no le daba soluciones, decidió hacer ayuno y practicar chi kong como último recurso. Buscó un lugar con aire puro para poder practicar y oxigenarse. Encontró un sitio donde refugiarse a la orilla del río y allí se instaló y empezó a practicar chi kong. Al amanecer se ponía a practicar y si se fatigaba, descansaba.  No comía nada; sólo bebía agua. El pensaba: “si voy a morir, prefiero que sea de hambre y no por un cáncer de estómago”. A las dos semanas de práctica empezó a eructar con un olor nauseabundo. El hombre pensó que el mal olor era debido a las células cancerígenas que estaban muriendo. Esto lo estimuló a continuar con su práctica. A la tercera semana empezó a sentir su cuerpo muy liviano. Volvió a la ciudad a hacerse estudios médicos y el cáncer había desaparecido.

-Este señor pudo hacer esto al enfermarse porque ya tenía cierta experiencia de su práctica anterior cuando estaba sano. Sabía que a través del chi kong iba a poder controlar su hambre y sobrellevar bien el ayuno. Sin entrenamiento previo, seguramente no se habría atrevido a afrontar un ayuno.

-Una persona puede hacer ayuno durante 90 días tomando sólo agua pura y respirando bien. Con un ayuno así, no hay células cancerígenas que aguanten. Respirar bien es muy importante, pero a pesar de la buena oxigenación, si uno sigue comiendo como siempre, las células tumorales no se van a morir.

-Mucha gente está preocupada porque tiene panza y quiere saber cómo bajar de peso. La solución es comer menos.

-Me acuerdo cuando empezamos el curso de acupuntura –dijo Angélica. –Varios alumnos le preguntamos al Maestro qué puntos había que pincharse para bajar de peso y él nos dijo: “es muy fácil, toman una aguja y un hilo y se cosen la boca”.

-Eso que dije en broma tiene un trasfondo de verdad que ustedes deben conocer –dijo el Maestro: – todas las enfermedades entran al cuerpo por la boca. Si uno vive la comida únicamente como una fuente de satisfacción y disfrute, la comida terminará provocando enfermedad.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 15 de setiembre de 2012. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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