-Hoy hay varios alumnos nuevos, por eso voy a explicar qué es lo que hace nuestro grupo –dijo el Maestro. –Al empezar la clase hacemos varios ejercicios para entrar en calor, pero no son ejercicios comunes y corrientes; tienen muchos detalles que ustedes van a ir aprendiendo de a poco. Tienen que prestar atención a esos detalles y seguirlos bien si quieren que los ejercicios tengan un buen efecto sobre su cuerpo y mente.

-Tienen que mirar y tratar de copiarlos bien; si no entienden algo, preguntan. No son ejercicios para hacer “más o menos”. Hay que poner concentración y hacerlos bien, por completo y en todos sus detalles. Poco a poco los van a ir comprendiendo mejor y van a ir sintiendo los beneficios de la práctica. Pero para lograr esa comprensión hay que practicar. Hoy que es su primer día, seguramente no le encontrarán el “sabor”, pero si persisten en la práctica lo van a empezar a sentir.

-El miércoles me voy a Taiwán, pero acá van a seguir las clases. También van a seguir las charlas. No voy a estar físicamente presente, pero mi palabra sí va a estar para estimular su voluntad y su espíritu de práctica constante.

-Tengo que arreglar algunos asuntos familiares en Taiwán y hacer varios trámites. Calculo que me va a tomar dos meses, pero si termino antes, me vuelvo antes. Los voy a extrañar mucho. Para mí estar lejos dos meses es mucho tiempo, pero mi mente y mi espíritu va a estar acá con ustedes; no se olviden de eso cuando se reúnan a practicar todos los sábados. Mantengan la voluntad y no se dejen engañar por la pereza. Los 365 días del año practicando con disciplina, paciencia y concentración, sin distinción entre días hábiles y fines de semana. Todos los días son iguales, todos los días se practica de manera regular, sin picos y sin pozos, de manera estable.

El Maestro dibujó en el aire una línea horizontal con pequeñas oscilaciones.

-Es mejor vivir así, con pequeñas oscilaciones, que ir saltando de un extremo al otro. Para lograr esto hay que practicar con disciplina, paciencia y concentración. De esta manera sus vidas cambiarán de manera muy positiva.

-Tampoco se trata de tener una vida chata –dijo el Maestro mientras dibujaba una línea totalmente recta. –Así es imposible avanzar, pero con pequeñas y suaves oscilaciones se avanza muy bien, como lo hace la serpiente. Si pasamos de un extremo al otro solo tendremos sufrimiento, en cambio, si avanzamos manteniendo la estabilidad y el equilibrio, seremos felices. Les deseo a todos muchas felicidades y buena práctica.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 12 de enero de 2013. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.