Chocolate con churros

May 25th, 2013 | By | Category: Charlas con el Maestro

-De los que están hoy acá ¿Quién vive más lejos?- preguntó el Maestro.

-Yo vivo en Lanús –dijo Damián.

-Yo en Pacheco –dijo Angélica.

-¿Y pudieron viajar bien? –preguntó el Maestro-. Hoy, que es feriado, los trenes y colectivos andan con una frecuencia menor y se hace más complicado viajar. Por eso es más meritorio asistir a clase un día como hoy. La presencia de ustedes hoy aquí es muestra de una voluntad y un espíritu fuerte. Yo me imaginé que hoy iba a haber pocos alumnos, pero no fue así. Muy bien por todos. Aplausos, por favor…

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-Buena parte de los ejercicios del comienzo son para la columna vertebral. Ya hablamos de lo importante que es la columna, que como su nombre lo indica, sostiene toda la estructura corporal. Los ejercicios que hacemos mueven y estiran la columna vertebral y activan la circulación. Eso ayuda al metabolismo general, ayudando a bajar los kilos de más y tonificando los músculos.

-Acá hacemos pocas repeticiones de los ejercicios, pero en su casa conviene que hagan más. Eso, además de revitalizar el cuerpo, va a estimular su mente y se van a sentir más despiertos y con mejor espíritu.

-Maestro, acá los 25 de mayo, tenemos la tradición de tomar chocolate con churros –dijo un alumno.

-Ah, bueno, entonces tomemos chocolate con churros –dijo el Maestro, mientras con las manos hacía gestos de tomar una taza y llevársela a la boca para beber-. Ustedes también; bebamos todos este rico chocolate.

-En China hay un señor que enseña a hacer ayunos muy prolongados. Come sólidos una vez cada 5 años. Ese señor no tiene que preocuparse por la inflación. ¿Cómo hace? Con la mente visualiza que está comiendo una rica comida y eso le basta. Eso nos muestro lo potente que es la mente humana.

-En los tiempos actuales la gente come enormes cantidades de comida pero igualmente hay problemas de anemia y carencia de calcio. ¿Por qué? Porque la mente está muy revuelta.

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-Durante varios días la señora que limpia en mi casa no pudo venir y yo salí a barrer la vereda. Encontré una enorme cantidad de basura: hojas de periódico, botellas de gaseosas, bolsas de plástico enormes. Todos esos objetos tapan los desagùes de la calle con gran facilidad y después se producen inundaciones. Por eso yo quisiera pedirle a todos mis alumnos y a los que lean esto en Internet que presten mucha atención a la basura; que no ensucien las calles y que pongan la basura en su lugar.

-Cuando la práctica es interna y profunda, naturalmente sale de adentro la necesidad de llevar una vida disciplinada. Esta práctica tiene que tener una expresión clara en la vida que llevamos fuera de la clase. Lo que aprendemos acá es para toda la vida; no es únicamente para la defensa personal o la salud. Mucha gente va al templo o la iglesia sólo a pedir: “por favor Dios, ayúdame” o “ayuda a mi familia para que todos tengamos salud y trabajo” o “ayuda a todo el mundo para haya paz”. Al salir del templo, esa gente sigue con su vida de siempre, sin hacer nada concreto para que sus oraciones se conviertan en realidad. Mucha de esa gente está convencida de que tiene una vida espiritual intensa, pero no es así. Si esperamos que todo el trabajo lo haga la Divinidad y no realizamos una  práctica concreta, no tenemos vida espiritual.

-Para empezar, debemos pedir a nuestro santo interior que nos de fuerza y fe en nosotros mismos para realizar la práctica correcta en el mundo. La idea es poder aprender a través de la práctica e ir avanzando hasta llegar nosotros al nivel de los santos. Pensar que Dios, o Buda o los santos están afuera y que hay que pedirles a ellos que hagan todo el trabajo es una idea equivocada. Todos nosotros tenemos dentro una naturaleza divina y el propósito de la práctica espiritual es conectarnos con ella y cultivarla a través de la práctica disciplinada, paciente y concentrada.

-Somos simples seres humanos, es cierto, pero creer que somos sólo eso es un error. Somos humanos pero también tenemos dentro nuestro un pequeño Dios que debemos encontrar y escuchar.

-Ser concientes de la basura que producimos y actuar responsablemente respecto a ella es una forma de práctica espiritual. Cuando limpiamos afuera estamos limpiando también dentro nuestro. Hace algunos años viajé a Taiwan y me reencontré con un amigo de la Fundación Tzu Chi. Me llamó la atención su rostro; estaba brillante. Le pregunté qué hacía para tener la cara así y él me dijo que lo único que hacía era reciclar basura de manera sistemática. Por eso digo que cuando limpiamos afuera estamos limpiando adentro.

-La mayoría de la gente ve la basura como algo repugnante; algo de lo que no es digno ocuparse. Piensan “ese es trabajo para los barrenderos y recolectores de residuos”. En la Fundación Tzu Chi nos enseñan a ver la basura como si fuera oro. En Taiwan hay 60 mil personas que hacen trabajo voluntario reciclando basura en las estaciones de reciclado de la Fundación. Esa actividad reporta importantes ingresos con los que Tzu Chi sostiene su canal de televisión que emite las 24 horas a todo el mundo. Es muy cierto que la basura es oro.

-Por eso les pido a ustedes que mantengan limpio el medio en el que se mueven y ayuden a los demás a hacer lo mismo.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 25 de mayo de 2013. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

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