La importancia del mantenimiento

May 11th, 2013 | By | Category: Charlas con el Maestro

-¿Alguna duda sobre la práctica de tui shou? –preguntó el Maestro.

-Siento que aún me falta mucho a nivel sensibilidad –dijo Gastón.

-Para desarrollar la sensibilidad lo importante es moverse lo más relajado posible –dijo el Maestro-. Dejar de lado el deseo de ganar y encarar la práctica como un juego. El que sólo piensa en ganar, se pone duro, hace demasiada fuerza y no tiene muchas posibilidades de avanzar en el aprendizaje. En cambio, las derrotas son muy aleccionadoras; nos brindan una gran experiencia que nos ayuda a aprender cada vez más.

-A mí me pasa que cuando me empujan con las dos manos hacia delante me sacan fácilmente –dijo Damián. El Maestro se puso a practicar con él reproduciendo la situación en cuestión.

-En taichi chuan siempre decimos que no hay que hacer fuerza contra fuerza; que hay que estar relajado y ceder –dijo el Maestro-. Pero el ceder no es un fin en sí mismo; es un recurso que usamos para que la fuerza del otro caiga en el vacío y ahí aprovechamos para responder y defendernos. Saber ceder es importante, pero hay que conocer hasta dónde podemos ceder sin comprometer nuestra posición. Si pasamos ese límite el otro avanza y nos saca.

-En el plano de las relaciones sociales pasa algo parecido. Si alguien nos pide ayuda material o emocional no debemos dar sin límite. Tenemos que saber hasta qué punto podemos llegar. Pasado cierto límite ponemos en riesgo nuestra estabilidad. Además, cuando alguien nos pide ayuda, no es bueno ayudar a ciegas y de manera irresponsable. No sólo hay que evaluar si estamos en condiciones de ayudar. También hay que fijarse  si realmente es necesaria y positiva esa ayuda que nos piden.

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-Les recuerdo que mañana domingo 12 es la ceremonia del Baño del Buda en la calle Arribeños 2275 de la ciudad de Buenos Aires. La cita es a las 14 hs. y están todos invitados.

-El otro día vino una paciente que sufre de varias fobias. Empezamos el tratamiento y en la camilla de al lado había otra paciente que sufre de depresión. Ambas mujeres son profesionales con educación universitaria. ¿Cómo puede ser que haya tanta gente con problemas de ansiedad, depresión, fobias, etc.?

-Sucede que el malestar social es muy contagioso. Uno escucha al vecino en la calle decir que perdió el trabajo y ya empieza a preocuparse por la posibilidad de quedar desempleado. ¿Cómo se hace para prevenir esta epidemia de miedo y mala energía?

-Hace poco vino de visita un alumno que hace mucho que no veo. Estaba mal de ánimo pero me dijo que hablar conmigo le había hecho bien. Entonces, yo le pregunté si estaba practicando y me dijo que muy de vez en cuando. Yo le dije: “usted viene a hablar conmigo pero después no lleva a la práctica lo que hablamos acá. Es como si fuera al mercado a comprar una manzana, pero en lugar de comerla y nutrirse con ella, la dejara abandonada en la rincón de la cocina sin usar. A los pocos días esa manzana va a estar podrida”.

-Nuestra casa, nuestro auto, casi todas las cosas valiosas que tenemos necesitan mantenimiento para funcionar bien y tener una vida prolongada. Nuestro cuerpo y nuestra mente también necesitan un mantenimiento constante para que funcionen bien. Si descuidamos el mantenimiento y la “maquinaria” se descompone, después es muy difícil volverla a poner en marcha.

-Mucha gente sufre depresión porque no hace nada o porque hace pero sin concentración. Para vencer la inercia de la depresión es necesaria la voluntad. Cuando sentimos que nos falta iniciativa para empezar la práctica debemos pensar lo siguiente: si hoy voy a comer, debo también hacer ejercicio. Si no hay equilibrio entre las calorías que ingerimos y las que quemamos ¿qué nos va a pasar?

-Insisto, no hay que descuidar el mantenimiento. En el medio ambiente, por ejemplo, si hace falta sacar un árbol para realizar alguna obra, primero hay que plantar otro árbol y cuando haya crecido un poco ahí recién sacar el otro. De lo contrario, estaremos arruinando nuestro medio. Los árboles no son importantes únicamente por su belleza; sin ellos no tendríamos qué respirar.

-En tiempos sociales tan agitados como los de hoy, con tanto stress, depresión, angustia y locura dando vuelta es fundamental el mantenimiento del cuerpo y la mente. Así como nos bañamos todos los días, tenemos que meditar, que es la manera de limpiar nuestra mente. Y también tenemos que hacer taichi chuan o chi kong, que es la manera de limpiar el cuerpo por dentro.

-Si la situación social es compleja tenemos que aprender a lidiar con ella. No podemos irnos a vivir a la montaña; tenemos que tomar medidas para no contagiarnos del stress, la depresión o los miedos circulantes. Tenemos que encontrar la paz adentro nuestro, cuidando nuestra mente y buscando la voz de nuestro santo interior. De esta manera tendremos tranquilidad, comprenderemos más, tendremos más confianza en nosotros mismos y no seremos tan egoístas.

-Al principio de este camino hace falta la guía de un maestro, pero cuando el practicante está más avanzado entra en contacto con su maestro interior y de él surgen todas las respuestas. Eso lo saben mis alumnos más avanzados de chi kong. Pero estas cosas se logran a través de la práctica. No basta con hablar o leer; hay que hacer.

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-Cuando están haciendo la forma o cuando hacen los ejercicios deben imaginarse que están actuando. La expresión del rostro y de todo el cuerpo tiene que ser como la de alguien que está en un escenario ante el público. ¿Recuerdan cómo hicieron la forma para el aniversario de la Fundación Tzu Chi hace algunos años? Todos se movían al mismo tiempo y con gran concentración y el público quedó muy impresionado. Tienen que mantener esa misma actitud en todo momento.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 11 de mayo de 2013. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

2 comments
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  1. Pero ¿cómo encontrás el equilibrio entre ceder y no ser derribado?

  2. Es algo que se aprende después de ser derribado varias veces.
    Hay un área segura dentro de la cual uno puede retroceder manteniendo el equilibrio y la capacidad de reacción. Pasado cierto límite se sale del área segura y ya no hay manera de recuperar la estabilidad.
    A través del ensayo y error uno va descubriendo hasta dónde puede llegar de manera de segura y cuál es la frontera que no hay que cruzar.
    Gracias por escribir

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