Era una fría mañana en la plaza y el Maestro dijo:

-Lo mejor cuando hace tanto frío es poner el cuerpo en movimiento; hacer ejercicio. ¿Por qué se siente calor cuando uno hace ejercicio?

-Porque la sangre circula más rápido –dijo una alumna.

-Es cierto. Creo que todo el mundo, sin importar su nivel de educación, sabe que al hacer ejercicio desaparece la sensación de frío. Sin embargo, muchos sienten frío y se quedan acurrucados quejándose de las bajas temperaturas.

-Al hacer ejercicio, además, quemamos calorías aportadas por la alimentación. Si uno no hace ejercicio todas esas calorías se transforman en grasa y obesidad. Siempre lo hablamos: es necesario que haya un equilibrio entre lo que comemos y lo que entrenamos. Además, al hacer ejercicio los órganos y glándulas del cuerpo están más despiertos y activos y aprovechan más los nutrientes que aporta la alimentación.

-Algo parecido ocurre con la respiración. Mucha gente respira de manera superficial y rápida. De esa manera el oxígeno no llega ser aprovechado y las células del cuerpo –que necesitan oxígeno para vivir- empiezan a sufrir. Lo mejor es respirar profunda y lentamente. A través de la regulación de la respiración podemos controlar la mente. El respirar lento y profundo ayuda a aquietar la mente y aporta tranquilidad.

-Decíamos que el ejercicio es bueno para combatir el frío. En días como éste conviene empezar con ejercicios intensos para entrar en calor y luego cambiar a movimientos más lentos y fluidos propios del taichi chuan. ¿Por qué es bueno practicar lento? Es como con la lluvia. Si llueve torrencialmente el suelo no llega a absorber el agua y sobreviene la inundación con todas sus terribles consecuencias. En cambio, si llueve lentamente, la tierra puede absorber el agua, se  nutre y todo funciona en armonía. Con el cuerpo pasa lo mismo; los movimientos lentos y fluidos permiten que la energía fluya libremente y llegue hasta los extremos más distantes del cuerpo.

-Los ejercicios que hacemos en la clase de taichi chuan son muy completos. Muchos médicos recomiendan a sus pacientes caminar y eso es bueno, pero no basta con caminar. Durante una caminata prolongada se produce un golpeteo de las vértebras que tiene consecuencias negativas especialmente a nivel lumbar, porque aumenta la presión sobre los ramales nerviosos que salen de la columna. Imaginen a una persona promedio que pesa 70 kilos. ¿Cuánto pesa esa persona de la cintura para arriba? Seguramente un poco más de la mitad de su peso total, es decir unos 40 kilos. ¿Cuántos minutos aguantarían ustedes cargando una bolsa de 40 kilos? Durante una caminata normal la columna soporta el traqueteo constante en cada pisada de una carga de 40 kilos que empuja hacia abajo. Si ustedes llenan un frasco con arroz y empiezan a darle pequeños golpecitos ¿qué ocurre? El arroz empieza a comprimirse hacia abajo. Lo mismo ocurre con la columna en las caminatas normales. Uno sale a caminar y vuelve a casa con dolores lumbares o en los miembros inferiores producto de la compresión de los nervios.

-Por eso, es fundamental acompañar el caminar con los ejercicios de taichi chuan que ayudan a poner la columna y la cadera en su lugar, estirando, rotando y tonificando todo el cuerpo. Además, es necesario explicar cuál es la mejor manera de caminar para reducir al máximo esa compresión de la que hablábamos. Hay que caminar erguido, respirando de manera natural pero profunda y con un andar fluido, armónico y controlado.

-Incluso al caminar hay que hacerlo con concentración. La concentración nos permite descubrir los pequeños detalles, que es donde está la esencia de las cosas. Mucha gente enseña taichi chuan pero muy pocos son buenos maestros. Si ustedes practican con concentración descubrirán los pequeños detalles de nuestra práctica y al ver el taichi chuan que hacen otros notarán la diferencia. Si ustedes ven lo que hacemos acá y lo que hacen los demás y les parece lo mismo, significa que no han aprendido nada todavía.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 8 de junio de 2013. Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.