-Quisiera que me digan qué les gustaría escuchar –dijo el Maestro-; de qué asuntos les gustaría que hablemos.

-Consejos para vivir mejor –dijo Angélica.

-Ah, qué bien. Yo les pregunté porque hace mucho que vengo hablando y no sé si les interesa lo que digo. ¿Para qué vienen acá?

-Para aprender –dijo Gastón.

-Así es, vienen acá para aprender, pero después hay que ponerse a practicar. No es sólo cuestión de copiar al maestro en la clase; hay que practicar.

-Yo les puedo hablar mucho de teoría y filosofía, pero si ustedes no practican en profundidad por su cuenta, nunca van a comprender esas palabras de teoría y filosofía. Si practican en profundidad, un día van a descubrir con gran admiración todo lo que encierra en su interior este arte marcial. Es algo muy difícil de describir con palabras. Esa enorme riqueza sólo se descubre con la práctica interna; no se encuentra buscando afuera.

-Cuando yo me acerqué a usted, Maestro, le dije que andaba necesitando una práctica más marcial –dijo José – y usted me recomendó que haga taichi chuan. Empecé a practicar y de a poco fue encontrando el equilibrio entre lo fuerte y lo suave.

-Sí, en la práctica del taichi chuan se ve mucho el tema del equilibrio entre los opuestos. Algo parecido a lo que pasa cuando andamos en bicicleta. A veces los médicos recomiendan andar en bicicleta fija. Es mucho mejor andar en la bicicleta de verdad, porque para mantener el equilibrio hace falta más concentración y coordinación entre todas las partes del cuerpo. Lo mismo pasa con las cintas de caminar; es mucho mejor y más completo caminar sobre el piso. Yo no uso ninguna máquina para hacer ejercicio. El taichi chuan es lo más completo que hay, para estirar los músculos y mover las articulaciones. Si uno entiende, puede ejercitarse sin necesidad de aparatos y máquinas. Al moverse de manera relajada, la energía circula mejor y penetra en todas las articulaciones. Cuando la energía llega, también llega la sangre.

-Cuando hablamos de relajación no queremos decir totalmente suelto. Si en la forma tenemos que mantenernos sobre una sola pierna, hace falta cierta tensión para mantener la estructura corporal unida y en equilibrio. Si tengo que levantar la otra pierna, lo mismo. No hay una relajación absoluta. Pero si hago todo con la mente bien concentrada, la energía llega a todas las partes de cuerpo. No hay rigidez muscular, es el tendón y la postura los que dan la fuerza. De esta manera puedo sostener una posición firme por mucho tiempo sin cansarme; como cuando practicamos chan chuang. Al estar relajados, la energía llega hasta el último rincón del cuerpo. Muchos practicantes sienten picazón en esos momentos; es por la energía que circula con fuerza. Lo mismo pasa cuando practicamos chi kong.

-¿El chi kong sirve es un arte marcial?

-La práctica que estamos haciendo puede modificar nuestro destino. Por ejemplo, si uno quiere formar una familia y tener un hijo es muy importante que antes se prepare bien, que estudie más. Que limpie su mente para que esté más sana y piense en positivo. De esta manera el bebé va a ser más sano.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 17 de agosto de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.