-Veo que a mucha gente no le gusta hacer ejercicio –dijo el Maestro-. En Taiwan, por ejemplo, las plazas están llenas de personas haciendo alguna actividad física: tai chi chuan, calistenia, trote, etc. También en los colegios es así. En Taiwan los colegios, públicos y privados, tienen un espacio que es como un estadio de fútbol destinado a la actividad física. Las puertas están abiertas para que por las mañanas la gente vaya a ese sector a hacer ejercicio. Todo el mundo allá hace actividad física durante la mañana.

-Cuando vine a la Argentina empecé a buscar en los colegios ese espacio para la actividad física, pero no había. Allá tenemos un dicho que dice: “si uno quiere vivir tiene que hacer actividad”.  Si la persona no hace actividad parece un vegetal. Si en esta vida uno es perezoso y no aprovecha las enormes posibilidades de actividad y movimiento que nos da nuestra condición humana, tal vez en la próxima vida nos toque ser un vegetal. Estaremos vivos, pero inmóviles.

-Nuestra práctica de tai chi chuan nos permite movernos, pero además es también un ejercicio para la mente, que con toda concentración dirige y acompaña el movimiento del cuerpo. De esta manera, al estar concentrada en el movimiento, la mente no se dispersa y se mantiene simple. Así, el tai chi chuan sana la mente y sana el cuerpo, las dos cosas al mismo tiempo. Esto lo distingue de otras actividades físicas en que la gente ejercita el cuerpo, pero su mente está cualquier parte. O esas otras en las que continuamente hay lesiones físicas. La concentración de la mente es la mejor manera de prevenir las lesiones físicas.

-Muchas veces les digo a mis pacientes que en sus casas hagan ciertos ejercicios que van a ayudar a superar su dolencia. Alguna gente no hace nada porque no se sienten seguros de sí mismos y tienen miedo de hacer mal los ejercicios. Para empezar, hay que tener confianza en uno mismo. Aprender bien el ejercicio mirando al maestro y preguntando lo que no se entiende. Luego hay que ponerse a practicar suavemente y con concentración para desarrollar experiencia. Sin apurarse por aprender muchos movimientos, es mejor concentrarse en un solo movimiento hasta ejecutarlo de manera perfecta. A partir de ese movimiento bien aprendido se pueden comprender todos los demás.

-A los pacientes que vienen con dolores originados en la columna vertebral yo les doy ejercicios para hacer en la casa. Pero muy pocos hacen los ejercicios. La mayoría prefiere tomar pastillas y que la pastilla haga el trabajo. Pero eso trae otros problemas. Por eso, recuerden: si uno quiere vivir, tiene que hacer ejercicio. A la mañana nos levantamos y nos sentimos sin fuerza porque estuvimos toda la noche quietos y la circulación aún está lenta. Pero si abrimos la ventana y respiramos aire puro y hacemos ejercicio, el cuerpo se despierte y aumenta la energía. Así podemos empezar el nuevo día renovados y con vitalidad. Mucha gente empieza la jornada sin ganas de hacer nada y no se da cuenta que es por falta de actividad y buena oxigenación.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 12 de octubre de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.