Concentración y voluntad

Nov 10th, 2013 | By | Category: Charlas con el Maestro

-La vida es totalmente impredecible –dijo el Maestro-. En cualquier momento uno puede contraer una gripe, indigestarse con algún alimento o sufrir una caída al salir a la calle. Realmente no sabemos qué nos depara el día de hoy. Pero a pesar de lo cambiante que es la vida es muy importante mantenerse concentrado y cuidarse todo el tiempo. Pensar que uno tiene asegurado un futuro de buena salud y bienestar es algo equivocado que nos lleva al descuido y la falta de concentración. Y es así cómo sobrevienen las caídas.

-En la escuela nos decían: “hay que vivir tranquilos, pero siempre atentos a los posibles momentos de peligro”. A veces, en las situaciones peligrosas uno desarrolla habilidades muy valiosas, que en los momentos tranquilos jamás llegaría a aprender. Cuando se acostumbra a las situaciones de tranquilidad y confort se vuelve flojo y no se cuida tanto. Si uno en cambio piensa que siempre puede ocurrir algo inesperado, estará atento, concentrado y podrá reaccionar a tiempo. Por eso, en todo momento de la vida hay que mantener la atención en lo que hacemos, decimos y pensamos.

-Pero cuando digo que hay que mantener la atención no estoy diciendo que debemos vivir nerviosos, estresados y esperando siempre lo peor. No es así. La idea es mantenerse concentrado y relajado. Por ejemplo, cuando voy por la ruta recorriendo distancias largas, manejo relajado haciendo circular la energía por todo el cuerpo. De esta manera estoy atento a todo, mi mente está abierta a todo y al mismo tiempo estoy relajado.

-Cuando uno maneja el auto no conviene ir apurado tratando de pasar a los demás autos, presionando a los de adelante con la bocina o tratando de llegar primero. Si el semáforo nos detiene aprovechamos para mirar lo que nos rodea; seguramente encontraremos algo nuevo o interesante. El otro día mi esposa me preguntó dónde podía comprar una cosa difícil de conseguir y yo me acordé que una vez, esperando la luz verde, vi un negocio que vendía eso.

-Al correr menos, podemos ahorrar combustible. Si me acerco a un semáforo que está por ponerse rojo es mejor soltar el acelerador y aprovechar el impulso. Al arrancar, por otro lado, conviene acelerar suavemente para ahorrar combustible.

-El otro día un alumno me llamó para avisarme que se sentía mal de la garganta y que por eso posiblemente faltaría a la clase. Yo le dije que ponga en su mente la idea de “si o si tengo que ir”. Les digo estas palabras para estimularlos. Yo nunca falté a estas clases por problemas de salud. Eso no significa que mi salud sea perfecta. Soy un ser humano como cualquiera; tengo un cuerpo que envejece y está sujeto al enfermedades, como cualquiera; tengo un karma, que muchas veces genera problemas de salud, como cualquiera. Si yo nunca falté a las clases no es por tener una salud perfecta sino por una cuestión de voluntad. La fuerza de voluntad ayuda a que los malestares y enfermedades sean superados más rápido. La falta de fuerza de voluntad es aprovechada por las energías negativas para tirarnos hacia abajo. Pongan atención a estas palabras que son muy importantes. La fuerza de voluntad es fundamental en todos los aspectos de la vida, no solo en el tema de la salud. Eso lo saben los alumnos del curso “Potenciar la mente”, donde trabajamos este factor. Ellos experimentaron enormes cambios al trabajar sobre su fuerza de voluntad.

-Maestro, los animales cuando están enfermos se quedan quietos. ¿No deberíamos nosotros hacer igual? Al enfermarnos ¿no sería mejor quedarnos quietos y evitar los esfuerzos? –preguntó Ricardo.

-Depende de cada caso –dijo el Maestro-. Les voy a contar una historia. Había una señora a la que los médicos le daban poco tiempo de vida. Estaba muy gorda y le dolía mucho el cuerpo; casi no podía moverse. Ella pensó: “en este poco tiempo que me queda voy a tratar de hacer alguna práctica espiritual”. Entonces, fue a un templo budista y pidió permiso para internarse allí durante una semana y hacer la misma vida que los demás monjes. El abad del templo se negó, argumentando que ella era incapaz de realizar por sí misma las rutinas elementales de ponerse de rodillas y volver a pararse para saludar al Buda. El abad decía que iba a necesitar la ayuda de otros y que eso iba a interferir en el normal desarrollo de las ceremonias y rituales. Entonces, la mujer dijo: “yo le pido que por favor nadie me ayude. Voy a tratar de hacer lo mismo que hacen los demás sin ayuda, por mis propios medios”. Finalmente ella fue aceptada y cumplió con su compromiso. Lentamente y con esfuerzo fue haciendo todos los movimientos corporales propios de las ceremonias budistas. Los primeros días, le costó mucho, pero a fuerza de voluntad siguió y al cabo de una semana, lo hacía con toda naturalidad. Y así su salud mejoró enormemente. Esto es un ejemplo de lo que puede la fuerza de voluntad.

-Hay muchas cosas que nosotros tenemos que aprender de los animales, pero hay algo que es evidente: ellos no tienen el cerebro que tenemos nosotros. Los humanos somos capaces de hacer cosas muy malas, pero también podemos hacer cosas maravillosas que ningún animal es capaz siquiera de imitar. La fuerza de voluntad es un atributo humano que nos permite realizar hazañas.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 9 de noviembre de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

 

One comment
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  1. ¡¡¡Gracias Maestro Chao !!! Una vez más lo que leo de sus charlas refuerzan mi voluntad y debilitan mi pereza. ¡¡¡Saludos y Buena Vida!!!

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