-¿Ustedes se acuerdan en qué año ingresaron a esta escuela?- preguntó el Maestro.

Cada alumno fue diciendo su año.

-Una cosa es el año en que uno ingresó y otra diferente es el tiempo de práctica. Hay personas que por ejemplo ingresaron hace 10 años, pero practicaron conmigo un año o dos nada más. Esa persona no puede decir: “yo hace 10 años que soy alumno del Maestro Chao”. Lo importante no es el año en que empezaron sino el tiempo real de práctica.

-Antes de practicar estilos internos yo estudié karate do. Un día ocurrió que yo era el más antiguo de la clase; el maestro había faltado y todos los alumnos más antiguos también. Mis demás compañeros me miraron y me dijeron: “Chao, usted tiene que dar la clase porque es el más antiguo”. Y eso hice. No sé cómo pero al terminar la clase los demás quedaron muy conformes y contentos. Yo organicé la clase en base a lo que sabía que a ellos les gustaba más. Por eso, cada uno de ustedes tiene que practicar y estar preparado porque puede ocurrir que un día sean los más antiguos y les toque dar la clase.

-Algunos sentirán que les da vergüenza o timidez. Hace muchos años me invitaron a un encuentro de fin de año de gente que practicaba yoga, taichi chuan, etc. La idea era encontrarse para despedir el año, comer algo y charlar. En el primer encuentro a mí me costó mucho hablar, pero al siguiente año ya pude hablar más. Es cuestión de practicar.

-Veo que hay movimientos que cuestan. Recuerden que la clave está en integrar mente y cuerpo como una unidad. Si no hacen esto nunca van a comprender cómo se hace la técnica correctamente y apenas van a estar copiando el aspecto externo del movimiento.

-Por eso es tan importante aprender bien la primera parte de la forma. Lo mismo ocurre con los ejercicios del comienzo. Hay que hacerlos con total concentración en todos los detalles pequeños y prestar atención a lo que hace el maestro para tratar de hacerlo cada vez mejor. Todo unido, cuerpo y mente funcionando y moviéndose al mismo tiempo, como una sola cosa. Si aprendemos como individuos a funcionar como una unidad integrada armónicamente, después podremos aprender a funcionar de la misma manera en un grupo con otros individuos. Como esas bandadas de pájaros que vuelan y cambian de dirección todos unísono, como si fueran una única cosa. Si los pájaros son capaces de hacer eso ¿por qué los humanos, que somos más inteligentes, no podemos? Primero es necesario aprender a unir todos los elementos que hay dentro de uno. Cuerpo, mente y espíritu, todo unido y moviéndose en armonía.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 2 de noviembre de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.