Cena de fin de año

Dic 22nd, 2013 | By | Category: Charlas con el Maestro

-El tiempo pasó muy rápido y ya llegó el fin de año –dijo el Maestro-. Cada año parece pasar más rápido. Durante el brindis les propuse festejar por las cosas buenas que tuvimos y pedir que en el próximo año tengamos buena suerte. Respecto al pasado es importante hacer introspección para evaluar qué cosas salieron bien, qué cosas no salieron tan bien y qué cosas hay que corregir para poder mejorar. De esta manera, cada año tendremos más experiencia y podremos comprender mejor la vida para vivir cada vez mejor.

-Esta mañana en la plaza hablé sobre cómo los ejercicios nos ayudan a comprender mejor la vida y a mejorarla. Al practicar con concentración, poniendo atención en los detalles pequeños, uno puede comprender la naturaleza de infinidad de cosas.

-¿Por qué es importante actuar en unidad, con una perfecta integración de cuerpo y mente? Por que cuerpo y mente están íntimamente unidos y si los separamos tendremos desequilibrio y enfermedad. Si actuamos como una unidad todo resulta más fácil. Eso a nivel personal, pero también vale el concepto a nivel familiar. Si la familia está unida, será más fuerte. Si el grupo actúa unido, será más fuerte. Si el país actúa unido, será más fuerte.  Tengamos en cuenta el ejemplo de los cardúmenes de peces o las bandadas de pájaros, que nadan y vuelan en grupo y todos se mueven hacia el mismo lado, como si fueran una unidad. La soberbia y la falta de humildad conspiran contra esa unidad.

-Cuando hablamos de actuar en unidad también nos referimos a la necesaria coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Si la mente y la palabra dicen una cosa, el cuerpo con sus actos debe expresar esa cosa. Debemos ser íntegros, es decir, nuestros actos deben cumplir con nuestras palabras. Si nuestra actividad no está acorde con nuestra palabra, si lo de adentro no está integrado con lo de afuera, nadie creerá en nosotros. Por eso insisto tanto en la necesidad de repetir mucho los ejercicios. Hacerlo nos da más energía, más fe en uno mismo, fortalece nuestra paciencia y concentración.

-Al terminar el año hacemos introspección para evaluar cuánto aprendimos, qué hábitos modificamos, cuánto creció nuestra práctica, cómo perfeccionamos nuestro carácter. Si tenemos malos hábitos no tenemos que aferrarnos a ellos. Muchas personas son concientes de sus malos hábitos, pero se auto excusan con pensamientos como: “yo soy así”, “mi carácter es así”. Estamos en el mundo para aprender, para mejorar, para elevarnos y tratar de perfeccionarnos. Tenemos rasgos que están definidos de nacimiento y por el ambiente en que crecimos, pero todo eso puede ser modificado a través de la práctica disciplinada, paciente y concentrada. Todos tenemos algún aspecto que mejorar o corregir y podemos hacerlo si practicamos con voluntad. Eso nos va a permitir vivir una vida mejor y con menos preocupaciones. Además, esa práctica nos permitirá desarrollar una inteligencia que podremos aplicar a cualquier asunto de nuestra vida. Es mi deseo que todos ustedes practiquen cada vez con mayor concentración, así cada año irán recogiendo la inteligencia que es el fruto de esa práctica y por lo tanto, tendrán una vida mejor.

-En el balance del tiempo transcurrido estoy muy contento también por el progreso de los alumnos. Al principio fue muy difícil encontrar gente dispuesta a practicar con seriedad, pero en los últimos tiempos veo avances entre los alumnos más antiguos. Ellos muestran a los más nuevos el fruto de la paciencia. Sólo con paciencia se puede mejorar en la vida. Una vez vino una chica a estudiar chi kong. Le enseñé el primer ejercicio y lo practicamos juntos durante uno o dos minutos. Entonces ella dijo: “¿seguimos haciendo esto?” Y yo le respondí que sí, que tenía que repetirlo unas mil veces. Ella dijo: “Ah no, yo no estoy preparada para esto. Cuando esté preparada, vuelvo”. Luego pensé ¿Dónde va a prepararse esta chica? ¿En qué lugar va a conseguir la paciencia necesaria para hacer ese ejercicio? Entre esa chica y yo hubo una afinidad muy breve; unos minutos apenas.

-Para los alumnos más nuevos, que tal vez sienten dudas sobre si vale la pena seguir esta práctica, puede ser útil escuchar la experiencia de los más antiguos -dijo el Maestro y le cedió la palabra a Gustavo-.

-Lo que pude descubrir durante mi práctica –dijo Gustavo-, es que tanto el taichi chuan, como el hsing-i chuan o el pakua chang que enseña el Maestro nos lleva a un camino. Ese camino está en la mente. Esto me llevó a practicar chi kong y ahí entendí lo que es la esencia. Al encontrar la unión entre el cuerpo y la mente podemos comprender la naturaleza. Esa práctica me permitió darme cuenta de que aún me falta un montón por aprender y entonces trato de practicar cada día más para mejorar. Durante la práctica de meditación me apareció un concepto, el de “ser correcto”. Eso para mí significa ser correcto en la práctica, en la palabra, como persona, ser correcto en todos los aspectos. Me siento agradecido. Doy gracias todos los días por tener un nuevo día de vida y de práctica. Aprendí a no ver los problemas como problemas, sino como situaciones. Situaciones que hay que enfrentar y resolver. Doy gracias de tener al Maestro cerca y poder aprender sus enseñanzas. Hay palabras que el Maestro repite desde hace tiempo pero sólo podemos entenderlas cuando llegamos al nivel adecuado para comprender. A mí me falta mucho para llegar a un nivel avanzado pero puedo entender todo lo que él me va diciendo. Una de las cosas más importantes que nos transmite el Maestro es que debemos aprovechar el tiempo que nos tocó. Practicar aquí y ahora; no dejar las cosas para mañana, porque no sabemos si mañana vamos a estar aquí. Muchas gracias. Maestro.

-No tengo mucho que agregar a lo que dijo Gustavo con tanta claridad –dije yo-. Quiero expresar mi gratitud por la oportunidad que tengo de estar al lado del Maestro y aprender de él. Doy gracias también a los compañeros de práctica por los encuentros de todos los sábados que son muy enriquecedores. Este fue un buen año, tuve oportunidad de aprender cosas nuevas. Muchas de esas cosas nuevas eran cosas que el Maestro ya había presentado tiempo atrás, pero que uno a veces no tiene la lucidez necesaria para verlas. El permanecer a su lado y seguir practicando hizo posible ese descubrimiento. Por eso es tan importante la paciencia. Muchas veces no vemos las enseñanzas cuando las tenemos enfrente. Si abandonamos la práctica en ese momento, perderemos una fabulosa oportunidad de aprender. En cambio, si tenemos paciencia y seguimos practicando, llegará el tiempo en que cuerpo y mente estarán preparados para comprender la enseñanza que siempre estuvo ahí. Durante la práctica de chi kong de este año pude conocer cosas que ni me imaginé que existían cuando empecé. El Maestro siempre dice que hay un método para llegar al conocimiento y que hay que respetar ese método, subiendo escalón por escalón, con paciencia y sin saltear ninguno. Este es un aspecto muy valioso del Maestro, que no sólo tiene un arte para transmitir, sino que también tiene un método para lograr dominar el arte. Sin ese método es imposible avanzar en el aprendizaje del arte, cualquiera sea, chi kong. taichi chuan, pakua chang… En este año, además tomé conciencia de la enorme y titánica tarea que emprendió el Maestro al construir esta, nuestra escuela. Generar este espacio de aprendizaje y lograr que todas estas almas estén hoy reunidas acá, gracias a esa afinidad de la que el Maestro siempre nos habla, es realmente una tarea muy difícil. Doy gracias al Maestro por esta Escuela tan especial y única que supo construir. Es mi deseo que el próximo sea un año de más aprendizaje y que sigamos creciendo juntos.

-Nuestra práctica nos permite estar cada vez mejor –continuó el Maestro-, no sólo en esta vida, sino también en las vidas siguientes. Mucha gente se pregunta cómo mejorar su vida y la respuesta no es sólo palabras. Las palabras, por sí solas, no alcanaza para levantar el nivel de la gente. Es necesario practicar, cambiar la mente, hacer buenas actividades, ese es el camino para empezar a mejorar. Si uno se limita a pensar cosas lindas e imaginar proyectos, pero no hace nada, no habrá avance. Lo mejor es no pensar tanto y hacer más. Si queremos pensar, pensemos en nuestra práctica y en cómo mejorarla. Eso es concentración. No es bueno dispersar la mente en mil cosas a la vez. Lo único que se logra con esto es volverse loco. En cambio, al enfocar la mente en lo que el cuerpo está haciendo se logra unir todos los aspectos de la persona y se obtiene un resultado del 100 %.

-A algunos les gusta pensar que son muy inteligentes y que pueden hacer más de una cosa a la vez. Y es cierto, hacen más de una cosa a la vez, pero no hacen bien ninguna. En lugar de concentrarse en una cosa y lograr el 100 % de efectividad, hacen cinco cosas al mismo tiempo logrando 20 % de resultado en cada una. Pero cinco cosas hechas más o menos no igualan a una cosa bien hecha. Piensen en esto y fíjense si es cierto o no.

-Es mi deseo que en este año nuevo podamos actuar así, en unidad de cuerpo y mente, para lograr lo mejor de nosotros.

Fotos de la cena que sacó Luis Beltrán

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng y sus discípulos durante la cena del 14 de diciembre de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

 

One comment
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  1. Muchas Gracias por sus enseñanzas y sus consejos Maestro.
    Walter Aráoz

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