-Ayer vino a verme un amigo que trabaja en un canal de televisión de Taiwan –dijo el Maestro-. Vino a Argentina para hacer un informe sobre los taiwaneses radicados en el país. Quería conocer sobre las artes que enseño y le mostré algo. También le expliqué la teoría sobre la que descansa nuestro arte. Le mostré cómo se usa cada cosa y para qué sirve. El quedó sorprendido, le pareció todo muy correcto y notó que se trata de algo muy diferente a lo que se suele ver.

-Hay mucha gente que salió de Taiwan para estudiar en otros países. Si esas personas se destacan en su especialidad, el gobierno de Taiwan le ofrece buen dinero para que regrese al país.

-Entonces tenemos que hacer algo para que no se lo lleven, Maestro –dijo Luis-. Ud. se queda acá.

-No sé, no sé –dijo entre risas el Maestro-. Yo acá estuve enseñando para que ustedes aprendan bien y en profundidad, para que un día puedan enseñar bien acá. Para que puedan hacer brotar una buena semilla acá. Si la gente de acá quiere aprender de verdad, yo me podría quedar. De lo contrario, no vale la pena. Todo depende de qué lado tire más fuerte, Taiwan o los alumnos deseosos de aprender de acá. Hace muchos años que estoy con ustedes, así que la gente de acá tiene prioridad.

-Les conté de mi encuentro con el amigo de la TV taiwanesas para que vean que incluso él se dio cuenta de lo especial, profundamente fundamentado y completo que es nuestro arte. Hace mucho vi una película en la que había dos practicantes de Shaolin. Ambos investigaban cómo podía mejorar y  perfeccionar su arte. Alguien les dijo que eso era imposible, porque todos los grandes maestros del pasado ya habían dedicado su genio a esa tarea y habían logrado la perfección. A través de mi práctica fui investigando y poniendo a prueba lo que había aprendido de mi maestro y buscando la esencia del arte. En esa búsqueda fui descubriendo cómo ajustar los detalles pequeños para hacer todo más perfecto.

-El otro día escuché a la Maestra Cheng Yen explicar uno de los sutras budistas. Me sorprendí. Yo nunca leí ese sutra, pero al escuchar la explicación de la Maestra, en la que detallaba cuál era el orden correcto de práctica para alcanzar los niveles más altos,  me di cuenta que era la misma teoría sobre la que se basa nuestro chi kong. No lo podía creer; todo lo que explicaba la Maestra está dentro de nuestro sistema de chi kong. Visto desde afuera puede parecer que estamos haciendo sólo un arte marcial, pero lo más valioso está en la práctica interna, en la práctica espiritual.

-Esta Navidad fue especialmente calurosa y mucha gente la pasó sin electricidad. Pero no sólo acá pasó eso, en el Reino Unido también hubo grandes cortes de electricidad como consecuencia de las fuertes tormentas.

-En Canadá también; 200 personas sin electricidad en Toronto por las tormentas de Navidad –dije yo.

-Cada año que pasa las condiciones climáticas se ponen peor. En 2012 les dije que ese año se iniciaba un período de grandes crisis que iba a durar hasta 2018. Es probable que ese período se prolongue más. Todo depende de la conducta del ser humano. Si los humanos somos capaces de aprender y cambiar nuestra actual conducta de destrucción de la Naturaleza, la crisis va a durar menos. Pero si no cambiamos, las cosas se van a poner peor y cada vez habrá más desastres. Por eso es tan importante la práctica interna, para fortalecerse uno y poder atravesar las crisis del mundo exterior. Conocer el propio universo interno y aprender a fortalecerlo es hoy muy importante. Debemos comprender que en este mundo somos viajeros. Estamos de paso, como quien está de paso en un hotel durante las vacaciones. Si conocemos las maravillas de nuestro mundo interno tomaremos conciencia de lo importante que es cuidar el mundo exterior y dejar de destruirlo. Las catástrofes climáticas que estamos viviendo son consecuencia del deterioro del medio ambiente por parte de los seres humanos. La ola de calor que estamos viviendo es consecuencia de esto. Si queremos vivir tranquilos tenemos que cuidar la Naturaleza.

-Siempre les digo que nuestra práctica se basa en la Naturaleza y además nos permite comprender mejor la Naturaleza. Una vez una paciente pasó por el patio de mi consultorio y se puso a mirar las plantas. Las tocaba y decía que a ella le gustaba mucho la Naturaleza. Pero disfrutar de la belleza natural a través de la vista o el tacto, no implica conocer la Naturaleza. Para conocer la Naturaleza tenemos que plantar, ver crecer, cuidar, regar, nutrir, acompañar cada una de las etapas que atraviesa la planta. De esa manera, a través de la práctica, podemos comprender y respetar la Naturaleza. De esa manera aprendemos de la Naturaleza. Tenemos que pensar sobre nuestra estadía en este mundo. No puede ser que sólo nos dediquemos a tomar, a obtener recursos del medio que nos rodea. Actuando de esta manera hemos llegado a la situación actual en la que la Tierra se está quedando sin recursos y tapada de basura. No puede ser así. Si tomamos, también tenemos que dar algo a cambio. Plantar plantas, árboles; nutrir la tierra, ensuciar lo menos posible, consumir lo indispensable son maneras de retribuir a la Naturaleza todo lo que nos brinda.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 28 de diciembre de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.