-Esta semana pude ver en el canal de la Fundación Tzu Chi que la situación en Filipinas sigue mejorando –dijo el Maestro-. La Fundación construyó allá 17 galpones que de día funcionan como escuelas y de noche, sirven como refugio para los que perdieron sus casas. Los chicos están yendo a estudiar y la gente va volviendo al trabajo. En muy poco tiempo se logró una importante recuperación. Con cada desastre, la Fundación va a ayudar y en cada una de esas experiencias, los voluntarios aprenden cosas nuevas para mejorar y perfeccionar los métodos de ayuda.

-Todos los ejercicios de tan lien son muy útiles en la defensa personal –el Maestro muestra la aplicación de dos técnicas-. Esto lo muestro para que entiendan qué es lo que están haciendo. Son movimientos muy útiles pero cobran valor si uno los realiza con concentración. Si los hacen así nomás, con la mente volando por cualquier parte, no van a recibir los beneficios de esta técnica. El que practica sin concentración está desperdiciando su tiempo. Un mecanismo que ayuda a fijar la concentración es acompañar el movimiento con la mirada. Si tienen dudas sobre lo que están haciendo, miran al maestro a ver cómo lo hace él. Si siguen teniendo dudas, preguntan.

-Hay que moverse de manera completa, todo unido. La mente unida al cuerpo se mueven juntos, como una unidad. Al practicar de esta manera se logra una mejor energía, se mejora la técnica, se mejora la postura, se fortalece la salud, se limpia la mente y se logra una mayor comprensión de todos los asuntos de la vida.

-Esta práctica sirve para un montón de cosas. No es sólo para la salud; no es sólo para la defensa personal; no es sólo para elevar el nivel de energía. Esta práctica es para tener una buena vida. Esto lo dije un montón de veces, pero aún cuesta comprenderlo. Esta noche, durante la cena de fin de año, vamos a charlar más sobre estos temas.

-Al llegar el fin de año todos hacen un balance del período que termina. Mucha gente se lamenta de haber tenido un año malo. Esa no es una buena actitud. Cuando yo tenía 5 años mi papá empezó a llevarme a trabajar con él en el campo que teníamos. Yo siempre me sentí agradecido por eso, porque al haber empezado a trabajar siendo tan chico, acumulé mucha más experiencia que otros. Otras personas en mi misma situación dirían: “cuando era chico sufrí mucho porque tuve que trabajar en el campo desde los 5 años, mientras que otros chicos de mi edad jugaban con sus juguetes”. Mi papá me enseñó cómo cultivar el melón y la sandía, cómo cuidarlos para que crezcan bien y no se pudran. Me enseñó cómo ponerle abono a la tierra; todas tareas que un niño de 5 años puede hacer. Los demás chicos jugaban con juguetes comprados, en cambio, para mí el campo era mi salón de juegos y las plantas y las herramientas de trabajo eran mis juguetes.

-Hay que pensar de manera positiva. Si la vida no es fácil, si hay sufrimiento, no hay problema; eso nos hará más fuertes. Es como el acero, que debe ser templado para hacerse fuerte. Cuando empezamos algo nuevo es normal que haya algo de sufrimiento al comienzo, porque estamos ante algo nuevo. Luego, cuando nos acostumbramos a lo nuevo, ya no hay sufrimiento. Cuando empezamos a practicar taichi chuan sentimos que las piernas nos duelen. Pero si no abandonamos y seguimos practicando ese dolor desaparece y empiezan a aparecer los beneficios: nos sentimos más fuertes, más livianos, con más energía, disfrutamos de la práctica.

-Así funciona la vida. Al principio se sufre, pero luego cosechamos alegría.  Si se comprende esto, uno estará más conforme con su existencia, su vida tendrá más felicidad y sentido.

-Les quiero contar que mañana domingo 15, habrá un acto de la Fundación Tzu Chi en el que se repartirán bendiciones de fin de año de la Maestra Chen Yen. La cita es a las 15 hs. en Arribeños 2275, en el barrio chino de la ciudad de Buenos Aires y están todos invitados.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 14 de diciembre de 2013.  Se prohibe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.