-Los ejercicios que hacemos al comienzo de la clase –dijo el Maestro-, están hechos a partir de la forma de taichi chuan y de pakua chang. Al hacerlos de manera correcta estaremos también mejorando nuestra forma. No son movimientos vacíos que se pueden hacer de cualquier manera. Hay que realizarlos con concentración. Al hacerlos la mente acompaña lo que hacen las manos. Hacer los ejercicios con total concentración puede cambiar nuestra vida de manera positiva. Actuar cotidianamente con total concentración puede provocar cambios increíbles en el practicante.

-Cuando la persona actúa sin concentración siente que su vida está manejada por la buena o la mala suerte. “Hoy todo me sale mal…Tuve un día de mala suerte”, dice el que no es capaz de concentrarse. La persona concentrada resuelve sus asuntos de manera fácil.

-Esto ya lo hablamos en otra oportunidad: no existe la buena o la mala suerte. Todo lo que ocurre es consecuencia de una causa, no del azar. Imaginen a alguien que hace las cosas mal, pero espera que por cuestión de suerte, las cosas le salgan bien. Es como plantar semillas de pera y esperar que salgan manzanas. Todo tiene una causa. Según lo que haga, tendré determinado resultado.

-Si en lugar de hacer los ejercicios con concentración los tomamos como una gimnasia que se puede hacer de manera distraída obtendremos de ellos un resultado muy pobre. Hacerlos así, sin concentración, es mejor que no hacer nada, pero estaremos desaprovechándolos. Si invertimos nuestro tiempo en esta actividad ¿por qué no tratar de sacar el máximo de beneficio? ¿Por qué derrochar nuestro tiempo? ¿Cuánto tiempo invertimos en dormir, en charlar con los demás, en comer, en pasear?

-En ver televisión –dijo Gustavo.

-Muchas de esas actividades son necesarias por cuestiones biológicas. Por ejemplo, comer y dormir. Otras son necesarias por cuestiones sociales, pero hay que revisar si es necesario dedicarles todo el tiempo que les dedicamos. Si estamos viendo una película, tratemos de extraer de ella la esencia. Si la película no es la mejor o no está hecha a nuestro gusto, podemos tratar de extraer alguna enseñanza. Gracias a nuestra práctica aprendemos a encontrar la esencia de las cosas con que nos encontramos. Captamos la esencia y la incorporamos para enriquecer nuestra experiencia.

-Entonces, los más nuevos, si no entienden lo que están haciendo, pueden mirar cómo lo hacen los compañeros de al lado. Si no, pueden ubicarse detrás de mí para copiar mejor. Es bueno que todos cambien de lugar, que no se queden siempre en el mismo sitio. Al cambiar de lugar se ven las cosas desde otro ángulo y eso ayuda a mejorar.

-Recuerden que si bien la clase en la plaza es el sábado, tienen que practicar todos los días por su cuenta. Esa práctica sostenida a lo largo del tiempo genera cambios muy positivos en la persona.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 22  de febrero de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.