Pensar antes de hablar

Feb 15th, 2014 | By | Category: Charlas con el Maestro

-A algunos alumnos nuevos les cuesta realizar correctamente los ejercicios del comienzo –dijo el Maestro-. Eso nos hace reflexionar sobre lo importante que es la concentración en esta disciplina. Hay que mirar cómo hace el maestro y tratar de reproducir el movimiento. También ayuda el mirar a los compañeros que están al lado y ver qué están haciendo y tratar de corregir de esta manera. La mente debe estar concentrada en el presente, en lo que el cuerpo está haciendo ahora.

-Si estoy haciendo esto, sólo pienso en esto; no pienso en otra cosa. En general, la gente piensa en un mismo momento en muchas cosas distintas y eso no sirve para nada. Eso sólo genera nerviosismo y ansiedad, porque no se pueden resolver los asuntos de la vida actuando sin concentración. Ya les hablé sobre el hombre que está parado con un pie en un bote y el otro en otro bote; ese hombre no va a ninguna parte. Hay que hacer las cosas de a una.

-Quiero hablarles de algo que me preguntó un muchacho el otro día. Este muchacho tiene más de 30 años y vive con su mamá. Se siente mal porque escucha a parientes, amigos y vecinos decir que no es bueno vivir con los padres a esa edad. Dicen que hacerlo impide el crecimiento y aprendizaje de la persona. ¿Es realmente así? Creo que depende de cada persona. Si uno es un vago y perezoso, no es bueno que siga viviendo con los padres, porque ahí sí, se apoya en ellos para no madurar. Pero no siempre ocurre de esta manera. Si la persona es trabajadora y responsable, el vivir con los padres tiene sus ventajas. Implica menos gastos para todos y también más tranquilidad. Los padres saben que si les pasa algo, está el hijo. El hijo sabe que al volver a casa del trabajo habrá alguien esperándolo.

-Se piensa que vivir solo implica más libertad, pero hay que entender que la libertad también necesita límites. Por eso, cuando este muchacho me preguntó, yo le respondí que si él era un vago, los comentarios de los amigos y vecinos eran ciertos. Pero que si él es responsable y trabajador, el vivir con los padres es una manera de honrarlos y cuidarlos y no tiene nada de malo. La gente opina muchas veces opina sin saber.

-Una vez vino a mi consultorio un paciente. Cuando le conté que hacía tratamientos con electro-acupuntura, dijo muy asustado: “No. La electricidad es muy peligrosa” y se fue. Tiempo después volvió y yo le pregunté por qué se había ido de mi consultorio. Me dijo que alguien le había dicho que los tratamientos con electro-acupuntura eran peligrosos; que él no sabía si eso era cierto o no, pero que lo había escuchado. Escuchar algo por ahí no significa que eso que escuchamos sea verdad. Si uno tiene dudas tiene que preguntar y lo mejor es consultar a los profesionales, a los especialistas en el tema. ¿Por qué es tan importante la palabra de otro? Se ignora lo que dice el que sabe, pero se cree ciegamente en lo que dice un desconocido.

-Es muy importante ser concientes de nuestras palabras. Lo que decimos puede ejercer una fuerte influencia sobre los demás, por eso debemos pensar bien lo que vamos a decir. En general, la gente suele darle más crédito a las palabras negativas que a las positivas. Si uno le dice al otro algo terrible, eso queda grabado por mucho tiempo en la mente del receptor. Si en cambio uno le dice algo positivo, seguramente se olvidará pronto.

-Cuando recibimos información tenemos que pensar bien antes de retransmitirla a otros. Hay que consultar a otras fuentes a ver si eso que escuchamos es cierto o no. Si escuchamos algo muy negativo y lo repetimos sin evaluar su veracidad, estaremos colaborando a la multiplicación de algo negativo. Por el contrario, cuando escuchamos algo bueno, algo que tiene sabiduría, debemos conservarlo. De esa manera aprendemos y avanzamos en nuestra práctica.

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Resumen de las palabras del Maestro Chao Piao Sheng durante la clase del 15  de febrero de 2014.  Se prohíbe la reproducción total o parcial de este texto sin previa autorización del autor.

 

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